Noviembre. Diario de a diario

Hoy, 30 de noviembre

Borja se ha convertido en la patria del eccehomo. El adefesio de la restauradora provocó incredulidad y risa. El del cura de Borja es otra cosa: estupor e indignación.  

Abusos sexuales, hurto, fraude fiscal…¡Menudo cuadro! La resatauradora, ¡una santa!

Y cuanto más se sabe de la ley Fernández, ¡peor! Lo del eccehomo y su párroco no se contempla.

 

Hoy, 29 de noviembre

Antes del parto de la ley Wert, se debate la ley Fernández, que precederá a la ley Gallardón, que a su vez…

¡Qué desgracia! ¡Cuánto meritorio!

Lo que se hizo pasito a pasito, con una lentitud exasperante, se retrocede de un salto único y hacia atrás: señal de que no se había avanzado mucho, de que el atletismo político conduce al absurdo (correr de culo) y porque el cerebro colectivo puede hacerse reversible.

Ahora se pone en cuestión la ley de protección de la seguridad ciudadana. Había en ella tanto despropósito que ya ha sufrido un lifting en su primer paso desde el ministerio al consejo de ministros. Los subsecretarios le han aplicado el photoshop, para rebajar las deformaciones provenientes de otros tiempos e incluso algunas flatulencias, pero sigue hediendo, y no a ámbar.

No se puede insultar a las fuerzas del orden. Una diputada sí le puede decir a varios millones de ciudadanos “¡que se jodan”, un dirigente puede elogiar el fascismo, un condenado por corrupción puede seguir como gestor de asuntos públicos, un presidente del Gobierno puede responder “llueve mucho”.

No se puede ejercer la prostitución cerca de una escuela. Sí se puede instalar una comisaría de Mossos (de otro cuerpo policial, porque todos tienen antecedentes), un banco, la tesorería de algún partido político, una televisión pública o un despacho digno de Wert.

No se pueden realizar manifestaciones ante determinadas instituciones. En esto, de acuerdo, aunque cabría una redacción más clara: no hay que molestar a sus señorías, salvo que sus señorías molesten a los manifestantes. Y asunto arreglado: todos a la calle. Que ya es hora.

* * *

No se puede bajar la guardia. En estos tiempos no cabe la benevolencia. Basta un días de condescendencia para que el siguiente lo sea de rectificación.

El político respetuoso se transforma en vendemotos. El que se vio obligado a hacer lo que detestaba –por eso rehusó los consejos de algún próximo– considera que en realidad hizo lo que debía, aunque fuera lo contrario de lo que había hecho antes y lo que algún próximo le había recomendado.

O sea, ZP ha decidido hacerse inexplicable.

Para colmo en una entrevista le preguntan cuál ha sido el mayor error del Gobierno de Rajoy. Responde: la supresión de la asignatura de Educación para la ciudadanía.

¿No será peor suprimir la educación y, aún más, la ciudadanía? ¿La negación de la acción política (la argumentación y el debate) y, sobre todo, el empeño en consolidar el poder de quienes todo pudieron? ¿O haber convertido el comedor el basurero?

Aunque a veces se añore el talante (o el respeto), hay otras muchas en las que el talante es cómplice (de la falta de respeto).

 

Hoy, 28 de noviembre

Hace algún tiempo hubiéramos agradecido la música. Ahora también hace falta la letra.

Hans Kung lo resume de otro modo: “Evangelii gaudium es a este respecto una etapa importante, pero ni de lejos la meta”.

Cuando, a finales de la dictadura, cualquier signo mínimo valía para echárselo a la cara a los representantes de aquel poder omnímodo, algunas frases, reflexiones e incluso encíclicas papales (no digamos un concilio) podían servir a los más descreídos para incrementar el argumentario opositor y los apoyos a los críticos del régimen.

En ese ambiente hasta las vacilaciones se sumaban al saco del no, porque el del sí exigía certezas rotundas. Así pasaron como izquierdistas, por poner a alguno, el cardenal Montini, personajes singulares como Martín Vigil o ideologías tan adversas a una auténtica transformación de la sociedad como el nacionalismo.

A algo de esto huele, por el momento, el papa Francisco.

Hay palabras suyas que podrían servir para alentar dudas a tantas certezas (de los suyos) y, en ese sentido, cabría valorar sus intervenciones con cierto interés, como hace el propio Kung, pero aún parecen demasiado alejadas de la lucha contra los poderes reales de esta sociedad (e incluso contra los de la iglesia).

¿No puede o no quiere más? Si no puede, ¿para qué sirven los gestos ambiguos, salvo para confundir y abortar cualquier iniciativa efectiva? Si no quiere, ¿para que darle importancia?

¿Alguien cree que algún día pasará de las musas al teatro? Ese es el gran dilema dramático: to be or not to be. En verdad, en verdad os digo que that is the question.

* * *

La patronal alemana contra el pacto de gobierno de la CDU y el SPD: “el contrato es una oportunidad perdida y una señal de estancamiento”, comentó el jefe de la Federación de la Industria Alemana. El problema más grave estriba en el salario mínimo exigido por los socialdemócratas: “tendrá un efecto lamentable sobre el mercado laboral”, proclamó el presidente de la patronal.

– La lucha de clases es una antigualla, proclaman los mercados.

– Se lo van a tener que explicar a los empresarios.

Hoy, 27 de noviembre

Rajoy se esconde o huye cada vez que atisba una pregunta por más que se la hayan anunciado e incluso escrito la respuesta. ¿No es este un motivo suficiente para negarle a un político cualquier confianza? ¿Cómo es posible que acepten tal actitud los ciudadanos a quienes representa? ¿Cómo es posible que los medios de comunicación no sancionen a quien desprecia su razón de ser: el derecho de los ciudadanos a la información, y al respeto?

¿Es más leve esta ocultación o fuga que estampar una tarta de merengue en la cara de una política? Quizás esta payasada, en el mejor sentido, ofenda a algunos, pero no me parece más grave. No existe mayor abuso de poder y no hay mayor desprecio que el que se ejerce desde la superioridad o la prepotencia. Y desde luego no merecería menor sanción que la dada a los del tartazo: dos años de prisión.

Y hay días, ayer fue uno, en los que, frente a ese desprecio mariano, se eleva, por comparación, la figura de otro político que proclamó con sus actitudes el respeto al ciudadano: a la controversia y a la discrepancia. No podía ser perfecto: y así, cuando ZP siente la necesidad de defenderse, se obliga a contradecirse y, en ese momento, posterga el respeto al ciudadano frente a otras obligaciones, espurias porque fueron impuestas desde fuera.

Hoy, 26 de noviembre

Al nuevo portavoz de la Iglesia Católica le conocí cuando todavía era responsable de los programas religiosos de TVE. Un personaje accesible y cordial, con el que parecía fácil conversar e inútil negociar; asentía, decía comprender y remitía cualquier decisión a sus superiores, los obispos, siempre prestos a hacerse el sueco cuando se les hablaba de ventajas, privilegios, discriminaciones, distancias entre lo público y lo privado. El negociador no quería molestar o prefería dilatar: para conservar la tajada.

No, a ese personaje no le hubiera entregado mi cartera ni se la voy a entregar, pero no porque albergue el más mínimo temor de que la pudiera robar sino porque estoy seguro de que, antes de nada, consultaría con el peor socio posible; y le haría caso, con una sonrisa sumisa y satisfecha, de hombre orondo.

Ahora sé que es del Opus, aunque pase por cura diocesano; que pertenece al consejo de la Cope, que articulea en La Razón, que está bien considerado entre los ambiguos, porque nunca molestará a los duros; serlo sin parecerlo es la clave de su ambigüedad.

Por eso sus primeras declaraciones tuvieron un tono campechano y un fondo dogmático y, cuando hizo falta, falaz. No dejó de sonreír cuando dijo que la iglesia española no vive del Estado y que los acuerdos sobre la asignatura de Religión son un derecho fundamental y no solo un pacto.

Luego ha afirmado que los obispos no son la patronal, aunque sean su patrón.

– ¡Dios, qué buen vassalo, si oviesse buen señor!

– Se lo cantaron al Mio Cid, no se queje.

Hoy, 25 de noviembre

De estos días guardo un recorte admirable: Bush se apunta a la moda patriótica.

No hay mayor demostración de patriotismo que la que se ve en la más profunda intimidad para expresarla a la humanidad.

Hay que aplaudir este calzón patrio, esta voluntad efervescente de lucir el gayumbo por bandera.

Una expresión que alcanza el paroxismo inmarcesible cuando se añade al blasón, cual escudo, un palomino.

Siempre que sea auténtico. Como de haberse cagado en los propios calzones.

Hoy, 24 de noviembre

ZP dicit: “Era reformar el artículo 135 o acabar con un Gobierno técnico como Italia o Grecia”.

ZP sigue: Fue una decisión “completamente autónoma, completamente autónoma, completamente…”

– ¿Iba a ser él quien nombrara al Gobierno técnico y decidió aplazarlo?

– Cuando no se quiere decir la verdad es mucho más práctico no hablar.

* * *

Rubalcaba reprocha, tras leer al juez Ruz,  al PP que no solo tenía una contabilidad b sino también un programa electoral b, el que negó y ha aplicado.

Pero, por lo que dixit et siguió, ZP también aplicó un plan b que no contemplaba ninguna contabilidad ni programa oficial.

– ¿Y por qué no se van, sea por a o por b?

– El cadáver, ay, siguió muriendo.

* * *

Estamos abonados a la depresión. En lo económico, en lo político y, por todo ello, en lo personal. No lean este artículo sin tomar previamente un antidepresivo. Lo firma Paul Krugman, pero que nadie se haga ilusiones.

Este otro artículo tampoco parece recomendable para espíritus flojos. Porque, si el único remedio es que rebose el vaso, apañados estamos.

– Lo estamos.

 Hoy, 23 de noviembre

El caso Noos y la trama Gurtel avanzan entre irregularidades, ocultaciones, ceses, retrasos, obstrucciones, cambios de actitud, contradicciones…

– ¿Y al final?

– Nada invita a un buen presagio.

– Con estas premisas, huele mal, muy mal.

* * *

La Audiencia Nacional busca a cinco jerifaltes chinos, incluidos el expresidente Jiang Zemin y el exprimer ministro Li Peng, por genocidio en el Tibet. El gobierno chino se ha puesto de los nervios y el español se ha contagiado, ahora que esperaban inversiones, fondos, pasta… china.

Con todo el esfuerzo desplegado hasta ahora por el gobierno español e incluso los jueces hispanos. Esa misma Audiencia, por ejemplo, no puede investigar el genocidio de dictadura franquista, que se prolongó cuarenta años después de provocar una guerra civil.

Un juez de esa Audiencia fue expulsado de la carrera judicial por intentar romper esa mordaza. Le condenaron por otra causa, pero le habían perseguido por esta. Y por Gurtel.

Si los chinos se cabrean, alguien se lo ha merecido.

Hoy, 22 de noviembre

Cada vez son más los que desprecian la idea de la lucha de clases como el motor capaz de transformar la realidad e incluso como una realidad en la que confrontan una clase explotadora y otra explotada..

No han escuchado, o no se han enterado, lo que afirman algunos empresarios que, casualmente, representan a los empresarios; por ejemplo, para no señalar solo a los próximos, los alemanes.

Hoy, 21 de noviembre

Aunque el mundo la necesite como un símbolo, Malala no merece que la conviertan en una pancarta. Por eso alegra y preocupa su presencia, su discurso y su tono ante el Parlamento Europeo. Es como si le hubieran arrebatado la infancia para enfatizar una arenga escrita por alguien sacado de su auditorio.

Sin embargo, algo se revuelve en las tripas cuando esta adolescente afirma que hay 57 millones de niños que no quieren una Xbox, una Play Station, una Wii u otro artilugio postmoderno, sino ¡”un libro y un lápiz”! 57 millones que carecen de ello y que, si lo reclaman, pueden recibir un disparo en la cabeza. Los talibanes, sí, pero también de los que viven de la miseria de los demás, e incluso de los sólo mueven las manos para aplaudir el discurso.

* * *

Mientras Malala, asediada por la metralla de los talibanes, reclamaba un libro y un lápiz, el ministro de Educación comenta en los pasillos del Congreso que se siente en «la jungla… y sin machete».

Hoy, 20 de noviembre

La conversación radiofónica trata sobre el deterioro de la naturaleza y el medio ambiente en esta sociedad de sobreexplotación de los recursos y de desprecio a la biodiversidad. Hablan un biólogo especializado en ballenas francas, un activista medioambiental (fotógrafo) y el director del programa. Llegados al final, el conductor concluye con una pregunta apocalíptica:

– ¿A este paso, cuánto nos queda de vida en el planeta: treinta, cincuenta años a lo sumo?

El activista asume el reto:

– Cincuenta quizás. Probablemente lleguemos a cien.

El biólogo concluye:

– El problema lo tendremos dentro de cinco mil millones de años; ese momento se producirá la explosión del sol. Ahí acabará nuestro mundo. Hasta entonces hay que pensar en la extraordinaria capacidad de adaptación de la naturaleza y en que también tenemos la oportunidad de cambiar…

¿Un alivio? In crescendo: el conductor me evitó (a mí) el fin del mundo el activista se lo evitó a mis hijas y el científico, a la humanidad.

En fin, buena gente. Y el periodismo de datos, una estupidez, porque una cosa es reclamar atención sobre el problema y otra hacerlo sobre el apocalipsis. ¿Cuestión de progresismo, de estulticia, de audímetros; o de todo junto?

 

 Hoy, 19 de noviembre

“El ejército toma medidas contra el radicalismo en sus filas”. Lo dice El País y debemos creerlo, porque hay cosas con las que no se juega. Pero, se mire como se mire, la noticia, su fondo y su trasfondo respiran discriminación e incluso falsedad: en primer lugar, porque en el ejército español ha abundado el radicalismo (menuda historia la suya), y en segundo, porque en realidad solo alarma el radicalismo de la tropa con el pretexto de que no alcance al generalato o, mejor aún, que lo suplante. Y eso devuelve el tema a la discriminación.

¿No se puede ser islamista en el ejército? Respuesta falaz: no conviene, obedecería al ulema. ¿No se puede ser antisistema? No se entiende, se trata de una contradicción in terminis. ¿No se puede ser ultraderechista? Será ahora (y ni eso). ¿No se puede ser ultracatólico? Sí, aun a riesgo de que alguien saque a colación los antecedentes bárbaros de los creyentes. ¿No se puede…? 

Encuentro dos fórmulas:

Una. Sustituir las armas del ejército por tartas como las que asaltaron a la presidenta de Navarra, porque evitarían riesgos subversivos, porque resultan más baratas y porque las normas penales son mucho más duras con los que abusan del merengue que con los que lo hacen de la metralla. 

Dos. Suprimir el ejército y, si para ello fuera un inconveniente el incremento del paro entre la clase de tropa (el generalato es otra cosa), tener en cuenta que resolvería los problemas de déficit, la falta de recursos para la dependencia, la educación y la sanidad… A la industria textil y a la pornografía ya le encontraremos remedio.

 

Hoy, 18 de noviembre

«En nada somos únicos, en nada somos los primeros, somos rutina más reiteración”, piensa Travel. Y dicho lo cual me resisto a escribir sobre lo sabido y lo ignorado: que si el PSC, que si Botella, que si la Roja… Nada apasionante.

Quizás sea la lectura de La sed de sal, que me ha secado. La sal exige agua, pero tal y como está el lago de Sanabria, he no sé si tomarme un gintonic. A la salud de Travel, de Noé León o zotalito.

 

Hoy, 17 de noviembre

Roldán y Solbes ajustan cuentas. Los dos aparecen en El País. Uno en el suplemento Domingo, otro en el colorín. Entrevistados por dos ilustres: Carlos Yárnoz, amigo, y Juan José Millás, conocido. Uno y otro, Roldán y Solbes, explican lo que hicieron. A nadie se le puede reprochar que explique su comportamiento en la actividad pública; es su obligación y su derecho. Hay que exigirles tan solo que lo hagan honestamente.

Roldán y Solbes, ambos, reconocen errores y señalan los cometidos por los respectivos gobiernos a los que pertenecieron. Están en su derecho de narrarlo y los ciudadanos en el de evaluararlo.

Roldán asume, sin reparos, su condición delincuente, pero rehúsa explicar dónde guarda los ahorros, y acusa a su presidente (y al gobierno correspondiente) de haber alentado una maquinaria tenebrosa.

Solbes asume su tolerancia y, por ello, cierta complicidad con los errores de su gobierno, pero se escuda en un concepto del servicio publico contradictorio con actual comportamiento y acusa a su presidente (y al gobierno correspondiente) de errores que agudizaron la crisis económica.

A Roldán no le defiende nadie. Al gobierno que le permitió cometer tropelías, tampoco. Pero esto ocurre hoy, no entonces. Cuestión de tiempos.

A Solbes le defienden ahora muchos de los que le criticaron, mientras su gobierno recibe críticas más encarnizadas que entonces. Pero al gobierno actual, que hace lo que Solbes quiso, le reclaman que haga lo que quiso hacer el gobierno de entonces. Cuestión de tiempos.

Hay más diferencias: se trata de dos asuntos claramente dispares. La barbarie no admite complacencias ni cuando se tolera mayoritariamente. La gestión de la economía alienta las discrepancias. ¿En qué situación estarían hoy  muchos trabajadores y no trabajadores (parados), si no se hubiera subido el salario mínimo, como quería Solbes? ¿Habría bastado adelantar los recortes para que fueran menores? Son preguntas que carecen de respuesta y el propio Solbes, siempre mesurado, lo reconoce.

Para Roldán el tiempo no ha aliviado el juicio, aunque haya favorecido el olvido. A Solbes el tiempo le ha dado la razón en lo que preveía, pero no, o al menos de manera tan rotunda, sobre lo que proponía. Aunque él sí conserva el crédito, entre otros, de los que ni previeron ni corrigieron el desastre. Ajuste de tiempos. O tiempos de ajuste. O ambas cosas.

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Complot contra Francia proclama Krugman en su homilía dominical. Habla desde la perspectiva de Estados Unidos, pero podría hacerlo desde la europea y la francesa. ¿Qué ocurre, pues? ¿Que mandan los mismos, que solo unos pocos imponen sus relatos allí, acá y en todas partes? ¿Quién aporta un juicio razonable? ¿Será el fracaso de Hollande el que le imponen sus adversarios?

Él es solo un hombre y, también, un hombre solo.

 

Hoy, 16 de noviembre

La sierra amanece nevada, en la calle hace falta una bufanda, recojo el periódico en el quiosco. Todo se ha puesto de acuerdo: ¡qué cosas trae el frío!

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El príncipe Carlos alcanza la edad de jubilación sin haber conseguido empleo.

– ¡Qué fuerte! Y aquí nos quejamos del desempleo juvenil…

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“45 diputados del PP valenciano piden el indulto para un exalcalde corrupto”.

– Eso no es solidaridad, sino que «cuando las barbas de tu vecino veas pelar…».  No se me ocurre otra.

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La ONU insta a jueces y Gobierno a buscar a los desaparecidos del franquismo.

– Tranquilidad: el gobierno de Franco también estaba contra la ONU.

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Escucho en la radio a Marcos Ana. Le preguntan cómo es posible que propugne un compromiso de izquierdas con el PSOE. Responde, más o menos: “Si tuviera que exponer todas mis diferencias con el PSOE, no tendríamos tiempo. Pero prefiero pensar que no estamos obligados a repetir un gobierno como el que tenemos”.

– No se puede olvidar lo que Marcos Ana escribió tras su cautiverio: “Decidme cómo es un árbol”.

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Leo en El País una carta al director firmada por Pedro Sánchez Quintana. Dice así: “Reunión de padres con profesores en un instituto de Madrid. El jefe de estudios nos sorprende: ‘En los recreos los niños no juegan. Cada uno con su móvil, forman pequeños grupos que se dedican a meterse en las múltiples aplicaciones de sus teléfonos y a mandar mensajes, incluso con los compañeros que tienen al lado’. Salgo de la reunión llorando”.

– ¿Era mejor, con todas sus miserias, el patio de vecinos?

(Se recomienda la lectura  de Sociofobia).

Hoy, 15 de noviembre

En una lista de correo que sigo con cierta regularidad, aunque sin una participación frecuente, me entero de que un juez ha cerrado la web Ateak Ireki. Lo siento poco, porque es la primera vez que oigo algo de ella. Por los comentarios que leo deduzco que tiene vínculos abertzales, cosa que una parte de los colisteros considera significativa para emitir un juicio sobre la decisión judicial, mientras que a otros no les afecta en nada. Son éstos los más radicales detractores de la decisión del juez.

Pronto sale a relucir la libertad de expresión y e incluso aquella frase un tanto épica: “Odio lo que dices, pero daría mi vida por defender tu derecho a decirlo” y entonces se me ocurre que en esto de la libertad de expresión hay mucho tongo.

Yo, por ejemplo, no daría ni un pelillo de mi antebrazo si un tribunal suprimiera todas, todas, todas, las tertulias. Es más, correría darle un abrazo al juez por más gordo y seboso que pudiera parecer a primera vista. Porque nada hay en ellas que se asemeje a un derecho defendible por el conjunto de la sociedad. Ahí solo hay intereses ocultos y manipulación; aún peor, un instrumento que cercena la libertad de pensamiento de muchos.

Siempre se puede matizar: tal vez Ateak Ireki no merezca la consideración de un tertuliano. Es más, estoy casi seguro de ello. Salvo que también ella, aparte lo sabido, sea asimismo tertuliana. Entonces no debería librarse del fuego eterno.

Sin embargo, a la vista de que el mundo camina por autovías en sentido contrario al mío (no oculto la paranoia), estoy dispuesto a hacerme tertuliano para defender la libertad de expresión como lo hacen los propietarios de los medios y sus secuaces. También hay quienes la defienden porque creen en ella; suele ser gente muy creyente.

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El fiscal del caso Noos afirma nuevamente que no existen indicios de delito en el comportamiento de la infanta Cristina. Pero sorprende uno de sus argumentos: «Tampoco las operaciones en las que (la infanta) utiliza el dinero (de la cuenta de la sociedad Aizoon que compartía al 50% con su marido) pueden calificarse de irregulares, en tanto que no son ajenas a la práctica común del mercado». En eso, la verdad, hay que darle la razón, aunque el argumento,más que a exculpación, suene a incriminación. Puntos de vista.

* * *

Reproduzco el primer párrafo del artículo de Fernando Vallespín, titulado El discurso del método, porque ratifica algunos comentarios que se han hecho aquí: «No hace ni una semana que finalizó la Conferencia Política del PSOE y ya apenas se habla de ella. Quedó sepultada debajo de la basura que inunda las calles de Madrid, el caso Wert, los requiebros de la cuestión catalana y la sorprendente sentencia del Prestige. Imagino la frustración de quienes con tanto esmero y dedicación elaboraron el programa al ver cómo se ha zapeado ya hacia otras cosas. La tiranía de la inmediatez que rige en los medios imposibilita la reflexión sosegada. Como dice Bourdieu, provoca, por el contrario, un pensamiento rápido, una representación discontinua del mundo, fragmentada, que impide distinguir adecuadamente entre lo nuevo y las meras “novedades”. Los discursos de los partidos son, además, poco mediáticos. En este nuevo espacio público las ideas deben ser prêt-à-porter,de fácil digestión. Lo que importa en realidad son las personas, quién haya salido ganador o perdedor en el envite, la colocación respectiva de los aspirantes cara a las próximas primarias. O, en su caso, si el discurso resultante es más o menos de izquierdas y las consecuencias electorales que eso pueda tener. Recuerden que hasta hace poco la mayor acusación que se hacía al PSOE es que carecía de discurso. Cuando al fin lo aportan ya casi no parece interesar, la atención se ha desviado hacia otro lado».

* * *

1. «Europa proclama el final del rescate español«.

2. «Europa pide más ajustes por 35.000 millones hasta 2016«.

3. «Rescate limpito, pero caro para usted«.

4. «Todavía hay riesgos»

5. ¡Madre mía! Fin de la citas.

 

Hoy, 14 de noviembre

Huelga de basuras de Madrid. La capital aPPesta, advierte una pintada en la pared.

La alcaldesa, exigida a comparecer incluso por sus afines, asegura que desconocía que las empresas concesionarias del servicio tuvieran la intención de reducir sus plantillas. Mucho menos que el conflicto sea un efecto de la privatización, aunque la reducción de puestos de trabajo esté en la lógica de cualquier privatización.

Los servicios de limpieza están en manos privadas desde hace mucho tiempo en la mayoría de los municipios españoles, pero ese hecho no impide algunas preguntas:

¿El contrato (reciente, por cierto) con la empresas concesionaria preveía reducción de empleos? ¿El Ayuntamiento no lo sabía o no tiene que ser informado al respecto? ¿Tampoco le afectan o interesan las condiciones laborables de los trabajadores indirectamente dependientes del municipio? ¿Cuál es la calidad del servicio que se defiende, si esos aspectos no se consideran? ¿Qué respeto merecen al Ayuntamiento las personas que trabajan directa o indirectamente para él?

A la alcaldesa esas preguntas no le afectan. Pero los empresarios dicen que, al menos, conocía algunas respuestas.

* * *

Los españoles dedicamos a las compras un 10% más de tiempo para comparar precios y ajustar la factura sin que pierda peso la cesta de la compra. ¿Cuánto cuesta ese 10% de tiempo? ¿A qué se lo quitamos? ¿Y mientras damos vueltas a las ofertas y a los precios nos acordamos, o no, de su madre?

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Los perceptores andaluces del salario social tendrán gratis la luz y el agua

¿Es esta una medida progresista? Tal vez no. Se debería garantizarles unos ingresos básicos suficientes.

¿Agradecerán los afectados la medida? ¿Entonces, qué?

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La visita de Mas a Israel escamaba

Me parecía a mí.

 

Hoy, 13 de noviembre

Si la que montó el Prestige no tiene culpables, la justicia puede darse de baja. Si el lío resultaba demasiado complicado para el tribunal, qué se le va a hacer: ni se puede pedir que el lío se desatara solo ni que el tribunal mejorara sus entendederas. Si alguien se siente satisfecho con el fallo, habrá que responsabilizarle de lo ocurrido; no cabe otra.

Y a la vista de la sentencia, que venga el próximo.

 

Hoy, 12 de noviembre

David Fernández y el zapato. No, no se trata de un argumento. Recuerda a los musulmanes o a Kruschev. Es un gesto sopesado para la foto. Tiendo a desconfiar de la izquierda aficionada a ese tipo de fotografías. Máxime en un tiempo tan poco necesitado de algarabías por escaso de explicaciones. Los medios españoles hablan muy poco de las CUP, y sería bueno que lo hicieran, pero, si su máximo representante busca aparecer de esta guisa, no sé qué tendrá que hacer la próxima vez. Mejor, de verdad, el boca a boca, para quienes tenemos algún interés por el movimiento que representa.

* * *

Uno de los medios que más ha colaborado con CiU en su reciente, y actual, estrategia política ha sido La Vanguardia. Muchas personas de orden pensaron que un periódico tan de orden no podía acometer una campaña basada en datos falsos para demostrar que España roba a Cataluña. Y con esa fe se sumaron en alguna medida a la marea. Ahora se ve que los ladrones se habían infiltrado en el seny.

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Wert no acierta ni una. Hoy le saca los colores la Unión Europea: por mentir o por no enterarse o porque a la vista está que no pasa el corte de acceso al graduado escolar o a la mínima decencia. Le han llamado «basura» (por alusiones).

Hoy, 11 de noviembre

Doce horas después de su clausura, la Conferencia del PSOE se da por amortizada. Los medios (digitales) más próximos a la izquierda no se fían y lamentan que no se haya resuelto el (se supone que nuevo) liderazgo de los socialistas. Los analógicos (también medios) se centran en esto último: sin disputa o sin partido no hay interés, ni chicha ni tertulia. Todo lo demás, incluidas muchas propuestas dignas de mayor debate, han sido rebasadas por el calendario mediático, que devora a otro ritmo.

Sin embargo, todo ello denota el auténtico problema: ¿quién se cree al que engañó?

En el PP las cosas son de otra manera. Según el CIS.

* * *

No sé por qué razón, esta tarde, tras el Telediario de las tres, La1 de TVE ha anunciado el Informativo Regional, pero ha emitido un resumen de Los desayunos. María Casado ante tres tertulianos: el director de ABC, el de 20Minutos y el de los servicios informativos de la COPE.

Los mejores momentos se han limitado a una intervención de cada uno de ellos, en todos los casos crítica con la Conferencia del PSOE por su falta de credibilidad, por la confusión sobre el caso catalán y por su vocación para anunciar cosas que luego no cumple. Dicho lo cual se ha dado paso al único abucheo que se produjo en la conferencia: el rechazo de la enmienda que propugnaba la defensa de la República frente a la Monarquía.

Nadie ha explicado a qué venía ese informativo regional tan peculiar. Y yo me he quedado dando vueltas por la habitación interrogándome. Alguien debió sufrir un repente y creyó que en eso consiste la independencia informativa. Quedó absolutamente de manifiesto.

 

Hoy, 10 de noviembre

Quizás hoy no sea el mejor día para divisar el bosque, tapado por los árboles o por el contraluz que provocan los focos de los medios. La Conferencia del PSOE deja muchos aspectos de interés por analizar y otros muchos por resolver.

La Conferencia ofrece un titular: el objetivo es la igualdad, el gran lema tradicional de la socialdemocracia, tan postergado, camuflado e incluso olvidado en los últimos tiempos. Visto así, tiene mérito recordar lo obvio y, sobre todo, que sea un amnésico quien se acuerde de lo olvidado.

Saskia Sassen, reconocida este año con el premio Príncipe de Asturias de las Ciencias, recordaba que, tras la caída del Muro de Berlín, las grandes corporaciones multinacionales dejaron de considerar los acuerdos comerciales como la cuestión principal, porque lo importante era cambiar y controlar el sistema económico. Y lo lograron de manera tan efectiva que la socialdemocracia se alejó de sus principios y se adentró en el terreno de los sucedáneos.

En la propia conferencia del PSOE el expresidente Zapatero presumió de su apuesta y sus logros en un ámbito de gran importancia: la igualdad de la mujer. Tenía motivos para la satisfacción, pero también para la autocrítica: en su etapa como máximo dirigente del PSOE la sociedad española se hizo más desigual en lo fundamental: la situación económica, en las oportunidades.

Ni toda la culpa fue de Zapatero ni siquiera del PSOE. La hegemonía del pensamiento conservador se hizo tan abrumadora que los sectores progresistas, acomodados en sus posiciones de bienestar, se quedaron sin respuestas ni bagajes para la confrontación ideológica. Y ahí estamos. Desde esa perspectiva hay que valorar la superación de la desmemoria. No obstante, como puede ocurrir que se trate de una recuperación pasajera o superficial, más vale someter al paciente a un chequeo. Llevará su tiempo.

* * *

En ese contexto cobra especial interés el anticipo que ofrece El Pais de las Memorias de Pedro Solbes. Porque, aceptando su versión como perfectamente creíble, su salida del gobierno plantea ahora, a toro pasado, una cuestión central en todo este debate. Sabiendo lo que hoy sabemos, la prudencia y la ortodoxia económica parecen aliadas del superministro, mientras que las decisiones del entonces presidente resultan más acordes con las demandas de los derrotados por la crisis ya prevista en aquel momento. Poco después Zapatero fue obligado a virar y trató de asumir una contradicción tan descomunal que cavó su crédito y su reputación, aunque aquel giro pueda convertirse a medio plazo, para los sectores conservadores, en el principio de la recuperación. ¡Qué paradojas!

* * *

“Queremos formar una juventud religiosa”. Lo dice Erdogan y nos sorprende.

Lo hacen Wert, Gallardón o Rajoy y nos quedamos paralíticos.

– Quizás padezcamos algún tipo de hemiplejia.

– O peor.

* * *

Mas argumenta que Israel prueba que el Estado catalán es viable.

– Podía haber buscado otro ejemplo. Da miedo.

– ¿Quienes serán los palestinos?

* * *

Quede claro:

 

Hoy, 9 de noviembre

La Conferencia del PSOE merece atención y respeto. ¿Bastará eso para alcanzar la credibilidad que perdieron?

En la encrucijada que vivimos, con la socialdemocracia desnortada y reo de sus insuperables contradicciones, la renovación de su propuesta programática debe ser evaluada. De manera muy especial, porque, entre las que pueden llegar al gobierno, tal vez sea todavía una de las más factibles, con apoyo o en apoyo de otros.

Aceptemos que el PSOE parece incapaz de afrontar una definición ideológica nítida, basada en principios, en prioridades, en apuestas por un modelo social, económico y político a partir del cual articular una propuesta estratégica reconocible y autónoma. Insistir en ello conduce a la melancolía. No obstante, de la relación (no solo la retahíla) de sus propuestas se desprenden algunas pautas, parciales e incluso insuficientes, de lo que busca o, al menos, de lo que ahora propone. Y entre ellas, como mínimo, se advierten gestos dignos de ser considerados y aspectos respetables. Por eso, decía, la Conferencia en que se han inmerso merece atención y respeto.

Sin embargo, no basta. Porque esa afirmación hoy choca con el descrédito que el propio partido se ha ganado en los últimos años (tan cierto como los excesos vertidos sobre el anterior gobierno y la actual oposición por competidores, iluminados varios y advenedizos con menor bagaje teórico que los propios criticados). Como esa actitud ha penetrado a una parte importante de la ciudadanía, incluidos algunos colectivos dinámicos e influyentes, son muchos los que descalifican o, al menos, desconfían de todo lo que guarde relación con el PSOE.

¿Entonces? Sólo en la medida en que este partido afronte una auténtica catarsis, un reconocimiento de errores y la sanción de quienes colocaron a los supuestos ideales al servicio de sus intereses (de poder, prestigio o económicos), podrá cambiar la actitud de buena parte de la ciudadanía. Hacen falta, sí, nombres nuevos; pero, al mismo tiempo, sobran otros muchos viejos, que deben ser apartados de las bambalinas, de la tramoya e incluso del teatro.

Sólo así lo que pueda resultar interesante de esta Conferencia podrá ser valorado por muchas personas que el proyecto socialista (en genérico) necesita. La renovación del modelo de partido, a este respecto, resulta tan importante como la del programa.

Con esta reflexión he encendido hoy la radio y mañana valoraré lo que vayan contando los medios, que están, por cierto, a otra bola, a la suya: el chascarrillo, las peleas, los dimes y diretes de los personajes más mediáticos. Los conceptos, las ideas e incluso los ciudadanos importan menos.

Hoy, 8 de noviembre 

Reaparecieron dos expresidentes el mismo día, aunque no a la misma hora, para presentar sus últimos y respectivos libros con palabras que alentaron a los exegetas tertulianos.

Dijo Aznar: “Me quedo más tranquilo cuando el actual presidente dice que la unidad de España no es negociable que cuando responde diciendo «¡hoy llueve mucho!».

Dijo González: “Rubalcaba es probablemente la mejor cabeza política que hay en España. Sin embargo hay una crisis de liderazgo que reflejan las encuestas. ¿Es una contradicción? Si”.

Por lo que fuera, los miembros del Gobierno y los dirigentes de su partido estuvieron ausentes de la cita de Aznar. Y él ya ha anotado la falta: «Si algunas interpretaciones tienen razón y se ha mandado un mensaje de escenificación sobre la decisión de una ruptura, pues se toma nota».

Y por lo que fuera a Rubalcaba se le fue la mano (o la cabeza): el periodista le preguntó que definiera con una palabra a Carme Chacón y respondió: «Mmmmmm… a ver, cómo podría… Inteligente. Bueno, no, es un poco excesivo. No es que sea tonta, para nada, pero mejor… tenaz. Sí, tenaz».

¡Cómo está el avispero…!

Cuando los cebolletas se pican… hay lágrimas.

 

Hoy, 7 de noviembre 

Cosas que no se entienden:

El gerente del PP de Castilla la Mancha, José Ángel Mañas declara ante el juez: “Firmé recibís, pero no cobré”. O sea, firmaba en falso.

Hasta el propio juez  tuvo que mostrar su perplejidad.

– Además de corrupto, tonto.

* * * 

Lo contrario:

El jefe de los servicios secretos españoles declara que todas las actividades de CNI son legales. Los partidos se dan por satisfechos.

– ¿Esperaban acaso que les dijera que cometen ilegalidades?

Una vez un colega me propuso: ¿Y si nos negamos a emitir aquellas declaraciones que solo afirman lo que están obligados a decir? ¿O lo que no pueden negar?

– No llenaríamos los informativos ni los periódicos ni un blog…

– ¿Y por eso hay que considerar información lo que no lo es?

– Eso es lo habitual… ¿O no?

 

Hoy, 6 de noviembre 

La Generalitat valenciana decretó el cierre de Canal Nou como si fuera una venganza.

– El Tribunal Superior de Justicia ha osado declarar nulos los despidos implícitos en el ERE de Canal Nou.

– ¿Ni despidos ni ERE? ¡Cerramos la tele!.

– ¡Y que se jodan!

Telemadrid puede seguir el mismo camino. El Gobierno madrileño ya ha avisado: si no se aceptan los despidos, habrá cierre.

RTVE está pendiente de un acuerdo, después de que los trabajadores rechazaran un acuerdo con la empresa que implicaba recortes de sueldos y prerrogativas, que ahora nadie sabe cómo gestionar.

 

Disparan a los medios públicos. El plan de los gobiernos respectivos podía ser a medio plazo la privatización, pero, si se les tuerce el rumbo, los liquidan.

–      ¡Y que se jodan!

 

Esta situación tiene responsables (en el caso de Canal Nou, de manera evidente, sus gestores) y también, aunque en desigual medida, cómplices. Las amenazas sobre la radiotelevisión pública son la constatación de un fracaso múltiple que afecta a trabajadores (con sus sindicatos en primera línea) y a los ciudadanos. Porque, con distinta intensidad y responsabilidad, todos han tomado decisiones contrarias al derecho a un servicio público para la información, el entretenimiento y la participación.

 

Sobre todo ello se ha escrito aquí reiteradamente: veánse las secciones dedicadas a medios de comunicación (ágora), reflexión (logos) y especiales (óperas), donde se pueden encontrar muy diversas aportaciones.

 

Hoy, 5 de noviembre

Hubiera sido un buen día para ir de viaje, pero el viento lo habría hecho incómodo y el arreglo de los radiadores y de algún desagüe obliga a permanecer en casa. El refugio del periódico alivia poco: más parados en octubre, nuevos recortes a los erasmus, cierre de quirófanos para trasplantes coronarios, subidas de impuestos y privatizaciones a cambio de nuevas dosis independentistas, embargos de palacetes regios por las deudas que puedan surgir de los procesos judiciales, nuevas denuncias de Bárcenas a dirigentes del PP… Seguimos en el fango. 

El cincuentenario de Luis Cernuda  y el nuevo libro, póstumo, de Cabrera Infante  alientan la jornada entre turbulencias y plomos.

 

Hoy, 4 de noviembre.

Me llama la atención La pesadilla argelina de Asunción, que hoy cuenta El País, que con anterioridad narraran otros medios (tal vez con una perspectiva más emocional) y que puede seguirse a diario en su blog.

Una mujer española, afincada en Londres, solicita el divorcio y consigue la custodia de sus tres hijos tras haber denunciado malos tratos del marido a ella y a la hija mayor. Pese a la prohibición de sacarlos del Reino Unido, el padre, argelino, consigue llevárselos a su país. La mujer se traslada a Argelia y busca trabajo para sobrevivir y poder ver a los pequeños. Un tribunal argelino establece el régimen de visitas. Cada fin de semana la  madre recorre mil kilómetros para abrazar sus hijos, como establece la resolución, pero solo muy raramente lo consigue. El padre arguye que podría llevárselos fuera del pais. Los hijos desean estar con su madre.

Es un caso de película, sí, a la que cada uno podrá poner el final que desee o el que considere probable. Difícilmente será bueno. Cabe evaluarlo de la manera más simple o de la más compleja, desde el punto de vista de cada uno de los afectados (madre, padre y, sobre todo, niños) o a través de las diferentes posiciones culturales, religiosas, legislativas o políticas 

Siempre quedará el trasfondo de lo elemental: ¿por qué esta barbaridad? ¿Por qué no hay respuestas justas?

La emoción no sobra, pero hay que conseguir que no estorbe a la reflexión sobre un problema que, por múltiples razones, crece; o puede crecer.

 

Hoy, 3 de noviembre.

Nombres propios.

Juan Marsé. Me congratulo de su mala leche y tantas coincidencias.

Paul Krugman. Esa es la cuestión: el problema son los pobres. Y los negros u los latinos… por pobres, más que por oscuros.

José María Aznar. No es puro wasp, porque siendo blanco y (por supuesto) anglosajón, no profesa el protestantantismo. Sólo extraña que con tanta sagacidad y perspicacia, mitad oráculo mitad profeta, se quedara en la inopia el 11M.

Queda, luego, algún otro asunto digno de debate: la conferencia del PSOE, por ejemplo; habrá que estar atento esta semana y el finde consiguiente.

Hoy, 2 de noviembre.

No hay quien lo entienda.

Los servicios secretos españoles han espiado a troche y moche en colaboración con (y al servicio de) otros servicios secretos más poderosos, que espiaron sin limite ni sosiego a todo lo que se les antojó e incluso a lo poco que no se les antojó.

Pues bien, simultáneamente “la justicia niega a Hacienda el acceso a la factura del móvil del contribuyente”. Hacienda argüía que necesitaba para su tarea de inspección las facturas de un individuo y la justicia arguye que los datos sobre llamadas y consumos son inviolables, amparándose en el Tribunal Constitucional, el Europeo de Derechos Humanos y no sé cuántas convenciones y declaraciones más.

¿Meterán en la cárcel a los servicios secretos españoles y a sus superiores?

– ¡A que no!

¿Cabe temer que algún chorizo de postín anda detrás de la sentencia?

– ¡A que sí!

* * * 

Cuñado de Ortega Lara y cura, Isaac Díez ha trabajado con víctimas del terrorismo. Natalia Junquera le entrevista en El País. “El primer deber de todas las asociaciones de víctimas es ayudarse a superar el victimismo. Si no, ellas mismas sufren y hacen sufrir muchísimo. ¿Cuál es su papel? Ese. Y el deber primero de toda institución es intentar que las víctimas salgan de su situación de victimismo”.

Va a ser necesario contratar a este salesiano para que dirija unos Ejercicios Espirituales al Consejo de Ministros; y a otros.

* * * 

El nuevo Papa ha descubierto la ideología de la modernidad: la encuesta. Ya ha encargado una macro sobre la familia, que deberán responder los católicos de cualquier lugar y condición.

Parece un nuevo hallazgo de este Francisco sorprendente, al que se abrazan los niños por la pernera en plena celebración eucarística. Los progresistas recelan de las posibilidades de manipulación que el estudio ofrece a párrocos y obispos, convertidos en celadores de las respuestas a unas preguntas más complicadas que directas (o sea, vaticanas). Cabría añadir un recelo aún más profundo: la encuesta se asemeja mucho a un estudio de mercado (qué hacer para que no se desintegre el rebaño o el negocio) al que habrá de seguir un plan de marketing.

Pero el señor Francisco tiene crédito: desconcierta. ¿Un personaje lampedusiano?

 

Hoy, 1 de noviembre.

Día de viaje.

De madrugada leo un par de opiniones sobre la situación en Europa. Por una parte, Enrico Letta se refiere al riesgo de que las próximas elecciones europeas, las que elegirán al Parlamento Europeo con mayores competencias de la historia, el de la mayoría de edad, elijan una cámara con muchos euroescépticos o, si se quiere, antieuropeístas. Por otra, el primer ministro holandés, Mark Rutte, alude a la ola populista que invade la UE, incluidos los países que han marcado el rumbo de la construcción de ese ente de razón que todavía es Europa.

Dan ganas de responderles que ellos sabrán por qué, que en sus actos encotrarán las respuestas a sus preguntas, o que los ciudadanos ya no estamos para soportar más decepciones e inoperancias. Pero, siendo esto cierto, también se podría afirmar que el deterioro de la idea de Europa es también el deterioro de un modelo de sociedad que en algún momento mereció la pena, porque ofrecía algo más y mejor de lo que teníamos a mano.

Cavilo sobre estos asuntos mientras conduzco. Vengo de una región en la que las condiciones de vida de sus habitantes han experimentado una importante transformación. No podría explicarse ese cambio sin Europa, sin la generosa contribución europea, aunque también sea verdad que ha habido demasiada inoperancia, excesiva burocracia, mucho mamoneo por parte de los administradores de unos fondos indudablemente cuantiosos.

Europa ha dado viabilidad a una comarca que parecía al borde del desahucio, porque, en última instancia, la mala gestión tiene responsables más cercanos. Es cierto que los recursos empleados no han generado estructuras y modelos más eficientes en sí mismos, no han sido suficientes para alumbrar la deseable autonomía de la zona o la creación de una sociedad con iniciativa para garantizar la propia autosuficiencia, sino que ha incentivado un modelo basado en el subsidio y la subvención, lo que la mantiene en estado de permanente dependencia que combina la exigencia de ayudas sin límite y el recelo del que se siente con ese derecho y más.

Pero de todo esto la responsabilidad está mucho más cerca que Bruselas. Han sido los políticos y gestores locales los que han abundado en  esos criterios, los que se han arrogado la generosidad y los que solo utilizan a Europa para justificarse o para reclamar una atención paternal permanente.

Europa tiene la culpa de las transformaciones más importantes que se han vivido en España en las últimas décadas. Pero los que más se han aprovechado de ellas las han ignorado y los que tenían la obligación de explicarlo ningunearon la idea europeísta, le negaron mayores recursos y enarbolaron la bandera nacionalista de la soberanía cateta cuando lo que hacía falta era desarrollar un realidad mucho más ambiciosa.

El problema es que ahora esa bandera se ha llenado de recelos y se ha contaminado por una política económica y social que, pese a su innegables actuaciones en materia redistributiva, en los últimos años huele a mercados, finanzas, clasismo… Pero esto último no es solo suyo; lo han compartido todos los gobiernos del continente: los que imponía el último criterio. Y entre ellos estaban los nuestros (por señalarlos de alguna manera).

El atasco en el único carril de acceso a Madrid me incomoda. ¿Será culpa de Europa?

– Depende de a quién preguntes.

– Lo suponía.

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