Alemania le da a España una patada en el culo.
Para evitar el furor alemán a las patadas por detrás, Francia se interpone.
Ya en plena disputa, España se ausenta y proclama que la patada recibida tampoco es para tanto.
En mi barrio a esta España acabarían partiéndole la cara sus propios compañeros. Por desleal y por cobarde.
¿Será la gilipollez contagiosa? ¿Se transformará, tú sabes, en un partido político?
