La desigualdad se ceba en los niños. Tranquilos, esa afirmación e incluso esa realidad no es un motivo para el sentimentalismo sino para comprender la irreversibilidad del mayor desatino de nuestra sociedad y la obligación de transformarla. Urgentemente. Joseph Stiglitz muestra en La desigualdad y los niños de EE.UU la gravedad de la situación en el país más rico del mundo. Si mirásemos al sur, a África, Asia, América, a nosotros mismos…
¿Qué resuelve el enojo del que escribe y hasta el convencimiento analgésico de sabernos impotentes?
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