Observaciones (a simple vista)

La rebelión de los perros

Obligados a pasear ora con el padre, ora con la madre, ora con el hijo mayor, ora con el menor, ora con el abuelo, ora con la abuela e incluso con algún vecino que no había descubierto hasta ahora su tierno afecto por los animales domésticos…

los perros se han declarado en rebeldía. No aguantan más. Están exhaustos y reclaman el derecho a su propio confinamiento con una norma fundamental: cagar en el sitio de siempre, al lado de casa, coño, y no tres kilómetros más allá. Y otra complementaria: hacerlo una vez al día y no a cada rato, si la poli acecha y el dueño se impacienta: “¡Joer, Can!, ¡acaba ya, que hay cola!”

Currículos

Numerosos periodistas sin carné reclaman un día tras otro que se haga pública la identidad de los miembros del comité técnico que informa al ministro de Sanidad para decidir las fases de la archidesconocida Desescalada. Pablo Casado, líder de la Oposición, exige más: no solo requiere los nombres y apellidos sino también el currículo. Entiéndase, el historial académico y profesional de los técnicos, no el suyo. Su tesis en Hardaravaca, bien se sabe, sigue siendo el paradigma del rigor investigador y del prestigio científico. (¿Recuerdan que solo enseñó la portada?).

El buen pastor

Fotografía facilitada por el Partido Popular

Hay mucha gente que critica sin saber o que insinúa, al menos, críticas injustificadas. Este Lagar no es ajeno. Hace unos días publicaba un comentario sobre Pablo Casado que resulta necesario matizar.

El responsable de aquella nota (yo mismo) minusvaloraba el concepto inmunidad de rebaño, que se produce “cuando un número suficiente de individuos están protegidos frente a una determinada infección y actúan como cortafuegos impidiendo que el agente alcance a los que no están protegidos”.

Tenía toda la razón el dirigente popular al reclamar a las ovejas, con evidente empatía, que se sumaran al rebaño. Por el bien común.

Estampas

Esto no lo ha dicho Vox, pero lo piensa: el virus de Wuhan, en connivencia con el gobierno sociocomunista de España, abortó o practicó la eutanasia –use cada quien el término que le resulte más pertinente– a la Semana Santa. Movidos por una reflexión tan sugerente, otros representantes del liberalismo nacionalcatólico han decidido desagraviar a la tradición religiosa y a sus ritos procesionales con nuevos tronos y nuevas imágenes en próximas ediciones.

Ya se ha anunciado que la Macarena y la Esperanza de Triana, competidoras entre sí por la predilección de los sevillanos, contarán con el estímulo de un nuevo símbolo de la Piedad: la Dolorosa Ayuso, también conocida como Isabel La Pasionaria.

Alguna de las hermandades tradicionales contempla la posibilidad de denunciar a la recién llegada… por intrusismo.

Genética

Para resolver el conflicto sin dilación, la presidenta ha acudido desde la fe más sincera a la ciencia más estricta.

Ella misma ha declarado a cuantos quieran oírla que «Genéticamente el covid tiene algo que nos asemeja (a españoles y latinoamericanos) en cuanto a la violencia del mismo. Es algo que genéticamente nos ha unido mucho».

De ahí la congoja y el dolor de tanta gente con la que Ella se identifica. Gracias a la covid, genéticamente.

Nombrémosla, amén de Dolorosa y Pasionaria, patrona de la Hispanidad. Colón fue solo su precursor. O su profeta.

Lo decían las abuelas: «¡Bendito sea dios!».

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