ZP traicionó el manual socialdemócrata. De ahí su fracaso. Se lo dicen, ahora, muchos que le reprocharon sus primeros planes de reactivación, muchos de los que le acusaron de tomar tarde las medidas que ahora critican, todos los que ni fueron ni quisieron ser socialdemócratas. A ellos no les elige nadie y eso garantiza su impunidad; piensan que no se equivocan. El error les resulta siempre ajeno. Se exhiben con la soberbia del que cree que sabe.
Albergo más dudas. No sé si ZP traicionó el manual socialdemócrata o la socialdemocracia se había quedado ya sin manual. ¿Por qué no contarlo así?
Para encontrar algo parecido hará falta mucho tiempo. Entre tanto, ¿no quedan otros valores, otra manera de entender la acción política, de afrontar la relación con los ciudadanos? Parece que no.
Si es así, este mal es incurable.
