Recuerdos de un 21N

Un 21N, hace hoy 38 años, un hermano de mi padre me amenazó con tirarme por la ventana del hospital en el que estaba ingresada mi abuela, pendiente de una intervención en la cadera prevista para aquella misma tarde.

Mi tío se enojó al verme saludar a su madre con una sonrisa sin haber levantado el brazo previamente y haciendo caso omiso a la portada del ABC que llevaba en sus manos.

Por eso, tal día como hoy, tengo miedo de salir a la calle (menos aún subir a un balcón de la calle Génova) donde alguien me puede reclamar que bote y bote, so pena de ser considerado maricón, y que grite “soy español, español, español…”. Puede que allí mismo esté mi tío. Y esta vez me estrella.

El riesgo existe.

 

 

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