El escalofrío no inmuniza

Con el escalofrío aún en el cuerpo, ¿no es necesario aborrecer esos inventos de dolor que son las patrias, los nacionalismos, las identidades, las banderas, tanta mierda…? ¿Qué estremece más: la sangre en la garganta o la negación de la mirada? ¿Quién es el enfermo: el que golpea o el que asiente, con frecuencia, en nombre de supuestos derechos e incluso de una izquierda que nos quiere cómplices?

Artículo anteriorLa realidad
Artículo siguienteSin debate y sin rumbo