Borja se ha convertido en la patria del eccehomo. El adefesio de la restauradora provocó incredulidad y risa. El del cura de Borja es otra cosa: estupor e indignación.
Abusos sexuales, hurto, fraude fiscal…¡Menudo cuadro! La resatauradora, ¡una santa!
Abusos sexuales, hurto, fraude fiscal…¡Menudo cuadro! La resatauradora, ¡una santa!
Y cuanto más se sabe de la ley Fernández, ¡peor! Lo del eccehomo y su párroco no se contempla.
