
En el PSOE hay algunos barones que merece un puesto a la derecha de dios padre. De allí llegó, por ejemplo, Fernández Vara, y por la derecha deambulan, según qué días o qué asuntos deban abordar, Lambán o García Page, entre los más conocidos. Es cuestión de talante, sea este populista, vaticano, regionalista o, sencillamente, conservador.
Cuestión de talante, sí, y, a veces, de talento.
A García Page, por ejemplo, entre bromas y veras, se le ocurrió en un mitin celebrado en Azuqueca de Henares confesar algunas intimidades familiares. De esta guisa:
“A mis hijos les hablo de todo, pero no me atrevo a preguntarles por cómo les va la cosa sentimental, que creo que ahora es menos sentimental y más otra cosa. Todavía a mi hijo sí, porque mi hijo es de esos de raza, pero a la chica no le pregunto. A veces por la noche pienso: ‘a ver mi hija cuándo se echa’… ya ha tenido novios, pero decidió estudiar antes de… empezó por las clases teóricas. Se lo digo siempre: ‘tú estudias el cuerpo humano en Medicina, pero las prácticas las hace tu hermano”.
“Y todo este jardín”, como señaló Natalia Junquera en El País, “para asegurar que estaría encantado si su hija se echara de novio a alguien ‘parecido a Pablo Bellido’, candidato del PSOE a las Cortes autonómicas por Guadalajara”. Al sucesor, epígono e incluso paje de José Bono le faltó tiempo para hacer desaparecer de la cuenta de twiter del Partido el vídeo de aquel mitin confesional.
Hasta la familia se dio cuenta del dislate. Y eso que debe estar acostumbrada…
