Pues claro…

Sortu es un diseño para mantener la presencia de Batasuna, dice el fiscal.

– Pues sí.

Sortu continúa el proyecto de Batasuna, afirman oposición (PP), gobierno, policía, guardia civil, asociaciones de víctimas y casi todo el arco mediático.

– Pues, claro.

Y por eso –en contra de lo que dicen el fiscal, la oposición (PP), el gobierbno, la policía y la guardia civil–, resulta razonable plantear su legalización: ¿Para qué si fuera nuevo?

¿Por qué, si en Sortu se mantienen algunos dirigentes y muchas ideas de Batasuna, aunque haya, bien es cierto, ciertos cambios?

– Pues precisamente por eso.

Porque se ha avanzado tanto en el terreno policial que ETA boquea. Porque se ha avanzado mucho menos en el rechazo social del terrorismo y sin eso no se podrá en ningún caso alcanzar el objetivo del fin del terrorismo.

¿Sortu ofrece ahora esa posibilidad?

No son de fiar, ya nos han engañado otras, muchas, veces, se repite. Y es verdad, pero nos engañaban a nosotros, a los que no éramos de los suyos, y ahora, si reniegan de lo que han afirmado de palabra y por escrito, tendrán que engañarlos a ellos. De hacerlo, pagarían con la desafección, mucho peor para su suerte o su destino que el bloqueo impuesto por la ley de partidos.

Esa gente acepta lo que sea: el engaño e incluso la traición.

¿De verdad se puede mantener que el diez o el doce por ciento de la población vasca es terrorista de obra y/o pensamiento?

El desarme de las pistolas se vislumbra. El del apoyo social, ¿estará más cerca con Sortu comprometida con la vía pacífica o con la población que representa teniendo que ganarse la voz pública en la bronca clandestina? ¿Dejando con voz, mas sin coartada, a los extorsionadores o negándoles la voz en las instituciones, mas con coartada? ¿Mejor como rebeldes dentro o como francotiradores fuera?

En ningún caso van a aceptar el sistema democrático. Tal vez. ¿Puede ser plenamente democrático el sistema sin ellos?

Dejo al margen las razones legales. Sólo sé que existen discrepancias entre expertos y que, al menos, ninguna decisión que se adopte en el corto plazo podrá darse por definitiva. Aludo a otros ámbitos. De los que hablan en bajito muchos vascos con pedrigrí democrático indudable y de los que hablan en público personas tan relevantes como Ardanza, un lehendakari al que si le hubiéramos hecho caso…

Demasiado tarde. ¿Reincidimos?

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