«Las dos caras de enero». Hossein Amini, 2014
El matrimonio compuesto por Chester y Colette MacFarland, aparentemente en viaje de placer por Europa, coincide en Atenas con el joven guía turístico Rydal, también estadounidense, que alardea de un sólida formación académica mientras hace pequeñas trampas a sus clientes. Tras un primer encuentro agradable, Rydal acude al hotel de los MacFarland para devolver una pulsera que Colette ha olvidado, y encuentra a Chester tratando de ocultar el cuerpo de un hombre del que dice que está borracho pero que en realidad está muerto. Era un detective enviado por un grupo de inversores mafiosos de Nueva York a los que Chester ha estafado vendiendo acciones de una empresa petrolera que no existe. Porque en realidad, el elegante caballero americano, tan obsequioso con su amante esposa, anda huyendo por el mundo con una maleta llena de dólares, sin confesarle a ella toda la verdad, pero contando con su consentimiento tácito.
Comienza así una agitada historia de persecuciones entre ruinas de la Grecia clásica y otros lugares bañados por el mar Egeo, pero también una honda crisis en el matrimonio, por la atracción que ha surgido pronto entre Colette y Rydal, que desquicia al flemático Chester, estableciendo un conflictivo triángulo amoroso condenado a estallar de forma violenta.
El cineasta británico de origen iraní Hossein Amini, conocido hasta ahora por sus guiones para películas como Jude (Michael Winterbottom, 1996), Tiro mortal (John Madden, 2008) o La leyenda del samurái (Carl Rinch, 2012), entre otras, se estrena como director con esta adaptación de una novela de Patricia Highsmith publicada en 1961. Con un título que alude, de forma un tanto alambicada en español, a Jano, el dios bifronte e inspirador del nombre del primer mes del año, bastante más transparente en inglés: January. Porque justamente la duplicidad de las conductas de los personajes –uno de los cuales, Chester, huye de su pasado, mientras el joven Rydal sólo piensa en el futuro, al tiempo que Colette se ve constantemente dividida entre ambos, por sus sentimientos también dobles– es el motor que impulsa el desarrollo de la trama. Una trama escindida, a su vez, en dos vertientes: la acción física, la intriga criminal, las persecuciones, por un lado, y el estudio de los comportamientos de los personajes, tan característico de las obras de Highsmith, por otro.
Ocurre, sin embargo, que mientras el arranque de la historia es vibrante y prometedor, la parte de la acción, cercana al thriller, se apoya pronto en pequeñas trampas de guion, en saltos espaciales y temporales que tratan de ocultar sus insuficiencias, y a medida que avanza el relato, en soluciones cada vez menos verosímiles, más confusas, llegando a lo caótico y puramente gratuito en la parte final. Con el acompañamiento, a ratos demasiado efectista, de la música del español Alberto Iglesias.
Los personajes, mientras tanto, evolucionan demasiado bruscamente, pasando con facilidad de la complicidad al enfrentamiento, sugiriendo una profundidad de la que carecen –a lo que habría que añadir la poca empatía que provoca la profesión del protagonista, por más que sus víctimas fueran tan poco honorables como él– y expresándose en algunos momentos con frases grandilocuentes y pretenciosas, que dicen muy poco sobre ellos y menos aún sobre quienes han concebido y dado forma a esta fallida adaptación de una de las novelas menos conocidas y tampoco demasiado redonda de la célebre escritora estadounidense, que ha dado pie a títulos tan memorables, por un motivo u otro, como Extraños en un tren (Alfred Hitchcock, 1951), A pleno sol (René Clément, 1960), El amigo americano (Wim Wenders, 1977) o El juego de Ripley (Liliana Cavani, 2002), por citar solo unos cuantos.
FICHA TÉCNICA
Titulo original: «The two faces of January». Dirección y Guion: Hossein Amini, basado en la novela homónima de Patricia Highsmith. Fotografía: Marcel Zyskind, en color. Montaje: Nicolas Chaudeurge. Música: Alberto Iglesias. Intérpretes: Viggo Mortensen (Chester MacFarland), Kirsten Dunst (Colette), Oscar Isaac (Rydal), Daisy Bevan (Lauren), David Warshofsky (Paul Vittorio), Prometheus Aleifer (músico), Yigit Özsener (Yahya), Nikos Mavrakis. Producción: Working Title Films, Timnick Films y StudioCanal (Estados Unidos, Reino Unido y Francia, 2014). Duración: 97 minutos.
