La guerra de los fogones

«Un viaje de diez metros». Lasse Hallström, 2014

La familia Kadam abandona La India después de que una revuelta de carácter político haya tenido como consecuencias el incendio de la casa de comidas que regentaban y la muerte de la madre. Tras llegar a Europa, con demasiadas facilidades fronterizas, según el bienintencionado guion de la película, la rotura de los frenos de la vetusta furgoneta que los transporta hace que Papa Kadam y sus hijos vayan a parar, con la ayuda también benevolente de la joven Marguerite, a un lugar inhóspito de la campiña francesa, donde se levanta sin embargo un restaurante de gran prestigio, cuya propietaria, Madame Mallory –espléndida Helen Mirren– agasaja a autoridades y personalidades diversas, obsesionada, como tantos otros de sus colegas, por acumular estrellas Michelín.

Contra el criterio de sus hijos mayores, Mansur y sobre todo Hassan, precoz experto en la cocina de su país natal, Papa se empeña en instalar otro establecimiento en las ruinas de un edificio situado justamente enfrente, a los diez metros que indica el título, cien pies en el original. Comienza así una batalla sin cuartel para conseguir clientela en desigual competencia, aderezada con todos los tópicos característicos del choque entre dos culturas tan diferentes, pero expuesta con frescura y una ligereza no exenta de ciertas gratuidades argumentales, que le dan un tono de fábula en la que no hay que exigir mucha coherencia entre causas y consecuencias, ni siquiera en el sentido temporal de encadenamiento de los hechos. Ese espíritu alegre y casi burlón parece romperse cuando uno de los cocineros de Madame Mallory lleva la confrontación al terreno de la violencia xenófoba, pero entonces la actitud de la propietaria experimenta un giro inesperado, anuncio de un final quizá exageradamente feliz.

El irregular cineasta sueco Lasse Hallström, que cuenta en su abultada trayectoria con títulos tan conocidos como Mi vida como un perro (Mitt liv som hund, 1985), ¿A quién ama Gilbert Grape? (What’s Eating Gilbert Grape, 1993) o Las normas de la casa de la sidra (The Cider House Rules, 1999) y que ya había utilizado, con algo más de fortuna, la gastronomía como pretexto argumental de su visión de la sociedad en Chocolat (2000), vuelve sobre este asunto para desarrollar una historia amable, donde casi todo el mundo es bueno –hasta ese alcalde glotón y fácil de sobornar cuya caricatura es de lo más divertido de la película– y donde las críticas a determinadas modas actuales, como la de las innovaciones culinarias, se resuelven en una sonrisa, mientras el protagonista escala puestos en la consideración social del gremio, y su relación con la joven, a ratos envidiosa pero siempre generosa, Marguerite progresa adecuadamente, como la de Madame Mallory con Papa Kadam, antaño enemigos irreconciliables. Y no estará de más señalar que éste está interpretado por Om Puri, veterano actor hindú de dilatadísima carrera, que ya había sido clave en otra historia de enfrentamiento entre culturas del Este y del Oeste, en la algo más ingeniosa y desaforada Oriente es Oriente (1999), dirigida por el irlandés Damien O’Donnell y presentada en España por la Semana Internacional de Cine de Valladolid.

Puede que el «buenismo» habitual de Lasse Hallström, apoyado aquí en un guion de Steven Knight, reciente director de Locke (2013), se haya visto incrementado por su relación con Steven Spielberg, Oprah Winfrey y compañía, que figuran entre los productores de esta película «transnacional» en cuya fabricación han intervenido también dineros de La India y de los Emiratos Árabes… Se ve que la vieja moda de los «europuddings», que tantas películas híbridas y descafeinadas proporcionó en su momento, se va extendiendo a todo el mundo, quién sabe si por aquello de la globalización o por imperialismo puro y duro.

 

 

 

FICHA TÉCNICA

Título original: «The Hundred-Foot Journey». Dirección: Lasse Hallström. Guion: Steven Knight, sobre la novela de Richard C. Morais. Fotografía: Linus Sandgren, en color. Montaje: Andrew Mondshein. Música: A.R. Rahman. Intérpretes: Manish Dayal (Hassan Kadam), Om Puri (Papa), Helen Mirren (Madame Mallory), Charlotte le Bon (Marguerite), Amit Shah (Mansur), Farzana Due Elahe (Mahira), Dillon Mitra (Mukhtar), Aria Pandya (Aisha). Producción: Amblin Entertainment, DreamWorks Studios, Harpo Films, Imagenation (Estados Unidos, India y Emiratos Árabes, 2014). Duración: 121 minutos.

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