
«Los fenómenos». Alfonso Zarauza, 2013
El segundo largometraje de Alfonso Zarauza, después de la sugerente pero poco conocida La noche que dejó de llover (2008) y de varios trabajos para televisión, aborda el tema de la crisis económica y social en España a través de la figura de Neneta, una joven madre que se ve abandonada de pronto por su marido –con el que vivía en una furgoneta por las costas de Almería– y tiene que volver a su Galicia natal tratando de buscar cualquier trabajo. Lo encontrará, tras varios intentos fallidos, como peón de albañil en un edificio en construcción. Un mundo de hombres que se burlan de ella y la desprecian, hasta que demuestre que es capaz de trabajar tan duro como ellos, conocidos como los fenómenos, porque según el siniestro y venal encargado, no se les paga «por trabajar bien, sino por trabajar rápido».
Superados los primeros quince días de prueba –aunque hay compañeros inmigrantes que llevan dos y hasta tres años «de quince días a prueba»–, teniendo que dejar al bebé al cuidado de su madre, con la que se lleva muy mal desde que se fue de casa y que aprovechará para bautizar al niño a escondidas, Neneta llegará a ser oficial de segunda, mientras otros trabajadores van quedando en la estacada, o se embarcan en aventuras hipotecarias para pagar pisos tan malos que a través de sus tabiques se puede seguir con claridad la vida sexual de los vecinos.
No pueden imaginar que la burbuja del ladrillo está a punto de estallar, que el patrón que los sobreexplota –que en su día fue emigrante a Alemania, hijo a su vez de otro emigrante a Iberoamérica– y les abona buena parte del salario en negro dejará de pagarles de repente y que todos los sueños de prosperidad que habían acariciado mientras trabajaban a destajo se vendrán abajo de un soplido.
Entre tanto, Neneta ha intentado rehacer su vida sentimental volviendo a relacionarse con un antiguo novio, eludiendo suavemente las proposiciones de algún compañero y buscando una independencia emocional que también se trunca cuando reaparece el padre de su criatura, reclamando verlos y sumiendo a la protagonista en el desconcierto.
Sin duda, lo mejor de Los fenómenos, aparte de la elaborada espontaneidad de sus diálogos y de la ajustada crónica que hace del mundo del trabajo y de la crisis que nos arrasa, vista a pie de obra, con una mezcla de sutileza y explicitud sorprendente, es que en ningún momento presenta a Neneta como una heroína positiva ni nada que se le parezca. Estudió en su momento, antes de dedicarse a vender pulseras en las playas del sur, es culta, lee literatura erótica y usa palabras como «dicotomía»…, pero titubea constantemente, no consigue armonizar su vida afectiva, vive inmersa en una confusión reflejada con realismo, y caerá ella también en la ilusión de tener un piso propio.
Con esos ingredientes, y con una interpretación de Lola Dueñas excelente como siempre, la película de Alfonso Zarauza será cuando pasen los años, y a pesar de ciertos defectos –entre ellos una fotografía que quiere ser naturalista y a ratos resulta demasiado tosca–, un testimonio impagable de la vida cotidiana de muchos españoles en los tiempos durísimos que estamos viviendo, aunque quienes se benefician de la llamada crisis se empeñen en negar la realidad, por la cuenta que les tiene.
Es fácil prever que en el futuro, quien quiera saber cómo fuimos de verdad, tendrá que volver sobre obras como esta, o como Hermosa juventud (2014), de Jaime Rosales, y alguna más, y antes Los lunes al sol (2002), de Fernando León –homenajeada en algún momento por Zarauza–, o antes aún Flores de otro mundo (1999), de Iciar Bollaín, o Las cartas de Alou (1990), de Montxo Armendáriz, por poner sólo algunos ejemplos, una vez que hayan caído en el olvido que merecen los pelotazos taquilleros de toda índole, que ayudan a la industria pero enmascaran la realidad de mil maneras, en vez de tratar de mostrarla. Como simple testimonio, sin dogmatismos ni lecciones gratuitas.
FICHA TÉCNICA
Título original: «Os fenómenos». Dirección: Alfonso Zarauza. Guion: Jaione Camborda y Alfonso Zarauza. Fotografía: Alberto Díaz, en color. Montaje: Juan Carlos Arroyo. Música: Piti Sanz y Anxo Graña. Intérpretes: Lola Dueñas (Neneta), Luis Tosar (Lobo), Juan Carlos Vellido (Furón), Miguel de Lira (Balboa), Xúlio Abonjo (Josué), Ledicia Sola (Nina), Antonio Durán (Benítez), Xosé Antonio Touriñán (Curtis). Producción: Maruxiña Film Company, ZircoZine (España, 2014). Duración: 99 minutos.
