Sigo leyendo a Paul Kurgman con el interés que en mí despierta la analogía USA-España, republicanos-PP, aunque no aparezca tan clara la de demócratas-PSOE y mucho menos la de Krugman-¿?
Hoy leo, o releo, dada su persistencia, una argumentación que los dirigentes que tenemos a nuestro alcancen rehúsan considerar; sabrán por qué. “No se crean las tonterías sobre las ventajas de recortar el gasto que se han apoderado de gran parte de nuestra retórica pública: recortar drásticamente el gasto en un momento en el que la economía está profundamente deprimida destruiría cientos de miles, y muy posiblemente millones, de puestos de trabajo”.
La verdad es que este parecer se ha divulgado como si se tratara de una evidencia; es decir, la única manera de percibir la verdad sin necesidad de argumentarla. Tal vez no sea tanto porque aceptándola así se esquiva la propia argumentación. Así es la economía. Y punto.
Pero Krugman, tal vez lego en verdades reveladas, continúa: “”Están utilizando la amenaza de amenaza de una crisis de la deuda para imponer un programa ideológico. Si tenían alguna duda sobre esto, la rabieta de la semana pasada debería haberles convencido. Los demócratas que participan en las negociaciones sobre la deuda sostenían que, dado que se supone que estamos en graves dificultades fiscales, deberíamos hablar de limitar las deducciones fiscales para los aviones de empresa y los administradores de fondos de cobertura, del mismo modo que hablamos de recortar drásticamente la ayuda a los pobres y desfavorecidos. Y los republicanos, en respuesta, abandonaron las conversaciones”.
Conclusión: “Es difícil evitar la sospecha de que los republicanos quieren en realidad que la economía vaya mal”.
¿Hay analogías o no?
