A tapar la boca, es lo que toca

¿Por qué razón la primera medida del PP fue anunciar acciones judiciales por parte del partido, como organización, y de cada uno de los miembros mencionados, a título particular?

Los hechos habían ocurrido así:

El periódico El Mundo publicó una información según la cual el extesorero del Partido Popular pagó de manera irregular sobresueldos a algunos dirigentes y militantes.

Días después un ex–alto cargo del partido manifestaba en El País, primero a través de un artículo y luego en una entrevista, que tales sobresueldos existieron.

A continuación El País reproduce numerosas anotaciones de puño y letra del ex–tesorero con nombres y apellidos (o siglas que identifican a los personajes) de quienes donaban dinero a las arcas del partido y de quienes lo recibían. Apuntes realizados a mano, aportaciones de dudosa legalidad y receptaciones que abrían múltiples interrogantes y afectaban, del presidente del Gobierno y del partido para abajo, a todos.

En este último momento se proclama la alarma general. La dirección del PP estudia la réplica, la secretaria general aplaza sus actos como presidenta de Castilla la Mancha, convoca una rueda de prensa, se reúne con sus adláteres tras conversar con los superiores, pospone la convocatoria para seguir consultando y, nada más aparecer ante los medios, concluye:

  1. Todo es falso.
  2. El partido presentará acciones judiciales como organizaciuon y todos los miembros afectados, a título particular.

¿Acciones, contra quien? Se sobreentiende que contra el medios que ha publicado el desglose, no se dice. La advertencia se repite varias veces en la rueda de prensa y en las horas posteriores, hasta que hoy mismo el expresidente Aznar presenta una querella contra El País. Ya se conoce el objetivo.

  1. ¿Por qué contra el mensajero? ¿Por qué no contra el responsable de los apuntes?
  2. ¿Por qué antes de que se cierre la investigación abierta por su partido y en la que el propio presidente del Gobierno ha pedido que los ciudadanos depositen su confianza?
  3. ¿Por qué él el primero?

Esto último, quizás sea más fácil de responder: porque él, José María Aznar, solo puede ser el primero; se lo ha pide el cuerpo desde pequeño.

Para los otros porqués, a falta de una explicación coherente, caben algunas hipótesis:

  1. Porque se trata de amedrentar. Lo advirtió la secretaria general: cualquier publicación, cita o copia sería merecedor de la persecución
  2. Porque no creen en el derecho a la información ni en la libertad de expresión.
  3. Porque lo importante no es lo que pasó sino que se divulgue y se conozca.
  4. Porque unos se sienten entre la espada de la acusación y la historia y otros entre la espada, el juicio y el cargo.

Se repite la impresión de que, otra vez, en plena democracia (o eso se dice) vuelven los tiempos duros para los medios noafines.

Basta ver los telediarios de TVE y los informativos de RNE y se entiende todo.

En esta materia el PP es manifiestamente reincidente.

Artículo anteriorLa edad del papel
Artículo siguienteUn globo, dos globos, tres globos…