El Supremo deniega el indulto al juez Garzón. “No está arrepentido”, aduce el máximo tribunal para justificar la decisión.
¿No debía ser al revés? ¿El arrepentido no debía ser el Supremo?
El último dato relacionado con la condena de Garzón provenía del juzgado que instruye el caso Gurtel: ninguna de las pruebas acumuladas por Garzón había sido contaminada por las decisiones que le reprobaron. Siendo así, ¿cómo pudo prevaricar Garzón si el fiscal estaba de acuerdo con sus procedimientos, varios jueces también y quienes le han sucedido agradecen y asumen todo lo investigado?
¿Todos prevaricadores y un solo condenado?
¿O será que en Rajoylandia se debe arrepentir quien trata de hacer las cosas bien?
No consta que el gobernador de la ínsula haya enviado un tuit a Baltasar diciéndole: “¡Animo, sé fuerte!”. Al presidente, aunque se piense lo contrario, no le gusta repetirse y ese mensaje ya se lo envió a Bárcenas.
El Supremo reincide: rechaza el indulto para no sentirse condenado y para no verse en la necesidad de reclamar el indulto ciudadano.
