Cucarachas

¡Que viva España, aunque sea sucursal de Telefónica (o de Vodafone o de Orange o de quien corresponda)!

Heme aquí, en Las Hurdes, con una conexión inalámbrica, dispuesto a orientar al mundo desde mi lagar ermitaño y primaveral. ¡Menudo lugar! Más heme aquí, rodeado de lucidez y primavera, aislado de la galaxia por culpa de unas redes muchísimo más lentas que las cucarachas que me rodean, y a las que puedo aplastar con mis chanclas sintéticas. (No confieso lo que hago para evitar la reprimenda o de los lugareños arrasadores o de los ecologistas de adosado urbanizable).

Si las cucarachas fueran la reencarnación de Telefónica, Vodafone, Orange o…, entonces sí, dejaría constancia de lo que podría hacer. A España, dios me libre, la respeto. Inocente. (¿Ella o yo?)

Artículo anteriorPerorata
Artículo siguienteContra uno mismo