
Las audiencias del debate electoral de Atresmedia ofrecen algunos datos significativos:
1. Más de nueve millones de personas (9.233.000) siguieron el debate: un 48,22 por ciento de los espectadores de televisión durante ese periodo. Durante casi tres horas.
O sea, ¡la mayor audiencia de un programa en 2015! ¡Sobre política!
2. Algo más de la mitad de los espectadores (cinco millones, el 26.2%) lo siguió a través de Antena3, cuya audiencia media en este mes de diciembre era del 12,8%. Esta es la cadena matriz del grupo, con una programación de corte familiar y una tendencia informativa más conservadora que progresista.
El otro 22%, unos 4,5 millones de espectadores lo siguió a través de La Sexta, la segunda marca del grupo, cuya audiencia mensual se sitúa en el 6,8%, y que es la referencia progresista por sus programas informativos; en especial, entre los jóvenes.
O sea, el interés en torno al debate, muy considerable en términos generales, alcanza cotas más altas entre los jóvenes y los ciudadanos situados a la izquierda del espectro ideológico.
3. Esa misma tendencia se observa tanto en los programas previos como en los siguientes al debate. Antena3 consiguió en el anterior al debate, conducido por Susana Griso, un 15,8% y un un 19,7% en el posterior.
La Sexta, con Antonio García Ferreras, recibió un 11,3% y un 20,4% respectivamente.
O sea, los datos inducen a pensar que el interés por los debates, y tal vez por la política por general, se sitúa en un sector ideológico determinado.
¿También la indecisión respecto al voto en el 20D?
Ésa es otra.
