
Hubo un Gobierno que decidió convertir los partidos de fútbol en asunto de interés general para vengarse de los medios de comunicación no sumisos.
El actual, heredero de aquel, se muestra decidido a incluir la retransmisión del fútbol en directo dentro del derecho de los ciudadanos a la información.
Tanta atención a la ciudadanía excusa los recortes de las prestaciones sociales o los salarios, la incapacidad para estimular la actividad económica, las anunciadas marchas atrás en derechos cívicos… asuntos, todo ellos, menores con relación a las retransmisiones futboleras.
Lo peor del asunto es que, por lo que parece, la gente cree que si, que se trata de un derecho fundamental.
Y los periodistas y sus empresas, también. Por eso presionan. Por el respeto que profesan a los ciudadanos.
Por eso mismo acuden a ruedas de prensa sin preguntas, donde es mucho más útil el magnetoscopio que el periodista, la grabadora que el redactor. Y por eso mismo, aguantan a un presidente escondido. O a un gobierno que miente. O a ladrones a los que se declara inocentes.
Que no nos falte el derecho a la información o a la retransmisión. Como se llame..
