
En plena campaña electoral surge una propuesta educativa, solicitada por el Gobierno y avalada por José Antonio Marina.
Ni sobran iniciativas bien elaboradas ni la ahora esbozada debe ser descartada simplemente por inoportuna o intempestiva.
No obstante…

En esta época, tan dada al esoterismo, al coaching y a la autoayuda en detrimento de las humanidades y la ciencia, resulta lógico que el gobierno Rajoy-Wert, que tanto ha defendido la educación, haya encomendado la propuesta a alguien que transitó de acá para allá a base de trivializar en los medios sobre lo humano y lo divino.
