
Se ven venir las elecciones. La dimisión del fiscal general del Estado se suma a la elección de un duro como portavoz parlamentario del PP, a los cambios en la presidencia y en la dirección de informativos de RTVE… Se acabó el compadreo y la campechanía. ¡A por ellos!
Preparémonos para comer sapos por la tele, para ver cómo decaen algunos procesos judiciales y se aceleran otros, para convencernos de que nadie mejor para sacarnos de la mierda que quien ya está de ella hasta los ojos. ¡Madre mía!
No lo tenía previsto, pero a veces se producen coincidencias con gente de mucho orden. Quizás, porque el disparate nacional atufa hasta en la casa propia.
