Los amigos de Elia

«Felices 140». Grecia Querejeta, 2014

El séptimo largometraje dirigido por Gracia Querejeta centra su argumento en un grupo de amigos convocados por Elia –excelente Maribel Verdú, radiante y bella cuando está contenta, angulosa cuando se angustia– a una lujosa finca canaria, teóricamente para celebrar su cuarenta cumpleaños, pero en realidad con otro objetivo muy distinto, que desencadenará una acción salpicada de giros sorprendentes, al tiempo que ella trata de recuperar a un antiguo novio con el que mantuvo una relación tormentosa y que acude acompañado de una chica más joven.

Se han citado a este propósito notables referentes de tema hasta cierto punto similar como Reencuentro (The Big Chill, 1983), de Lawrence Kasdan, y sobre todo Los amigos de Peter (Peter’s Friends, 1992), de Kenneth Branagh. Pero también se parece bastante, en cierto momento, a Concursante (2007), de Rodrigo Cortés, cuyo protagonista obtiene el mayor premio de la historia de la televisión y como consecuencia de ello ve cómo su vida se arruina por completo. Y en otros hasta a La soga (Rope, 1948), de Alfred Hitchcock, con varios personajes alrededor de un drama que algunos no conocen, o no quieren admitir, y a otros los desquicia progresivamente.

Lo cierto es que el núcleo de Felices 140 gira en torno a una reflexión interesante aunque quizá demasiado obvia sobre el poder corruptor de la ambición económica, tanto a la hora de escapar de una vida de estrecheces como a la de compensar oscuras frustraciones y rencores acumulados en solitario o por parejas. Pero ese eje, convenientemente adaptado a las circunstancias actuales por las que atraviesa nuestra sociedad y matizado por la casuística que aporta cada uno de los ocho personajes adultos –más un adolescente, Bruno, hijo de la hermana de Elia y que adora a su tía–, resulta a ratos demasiado mecánico, previsible a pesar de los citados giros, algunos de los cuales solo consigue provocar un simple sobresalto efectista.

El guion, aunque sólido y bien construido, incluye por ejemplo dos trucos que rayan con el artificio sin aportar demasiada profundidad al conjunto. Por una parte, el hecho de que alguno de esos personajes se dirija a la cámara –es decir, directamente al espectador– para explicar algún rasgo de su personalidad o de su pasado que preferiríamos haber visto desplegado a través de la acción. Y, por otra, la utilización del joven Bruno como pretexto para añadir datos inesperados, introducir nuevos sentimientos y servir de catalizador a las reacciones de los adultos que lo rodean. Un tipo de personaje recurrente en la filmografía de la directora, pero que en esta ocasión parece distraer más que concentrar el torbellino de emociones enfrentadas en que acaba convirtiéndose la fiesta presuntamente apacible organizada por Elia.

Un torbellino en el que la aportación de cada uno está en relación directa con el intérprete que lo encarna, dentro de un reparto coral en el que destacan las actuaciones de Eduard Fernández, Nora Navas y Marian Álvarez. Mejor en general las mujeres que los hombres, un tanto encasillados en posturas que bordean el tópico, como le ocurre también al personaje de la joven Paula Cancio, mientras aquellas, y en especial la propia Maribel Verdú, despliegan un abanico de actitudes bastante más sugerentes.

Rodada con la austeridad de medios a la que obliga la desgraciada situación de la industria española del cine, acosada por un gobierno que parece su peor enemigo y dada a buscar ante todo el pelotazo taquillero con producciones generalmente sonrojantes, Felices 140 es, con todas sus limitaciones, una película digna, que intenta desvelar la fragilidad de las relaciones humanas en un contexto presidido a la vez por la codicia de unos y la miseria de otros, y que podría representar muy bien el estatus medio de una cinematografía como debería ser la nuestra.

 

 

 

FICHA TÉCNICA

Dirección: Gracia Querejeta. Guion: Antonio Mercero Santos y Gracia Querejeta. Fotografía: Juan Carlos Gómez, en color. Montaje: Leire Alonso. Música: Federico Jusid. Intérpretes: Maribel Verdú (Elia), Antonio de la Torre (Juan), Eduard Fernández (Ramón), Ginés García Millán (Mario), Nora Navas (Martina), Marian Álvarez (Cati), Álex O’Dogherty (Polo), Paula Cancio (Claudia). Producción: Foresta Films, Hernández y Fernández Producciones Cinematográficas, La Ignorancia de la Sangre y Tornasol Films (España, 2014). Duración: 93 minutos.

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