“Nosotros somos candanga con burundanga”, explicó Nicolás Maduro en el programa que él mismo produce, dirige y presenta y, que todas las cadenas de televisión venezolanas están obligadas a emitir cada semana, cuando, en vísperas de las elecciones del próximo 6 de diciembre, decidió advertir a los venezolanos de lo que podría ocurrir en el caso de que no obtuviera mayoría en los comicios.
– Nosotros somos candanga con burundanga.
La respuesta, en realidad, fue más larga:
“Ustedes pónganse a rezar, oligarcas de la derecha, porque la revolución triunfa el 6 de diciembre. Pónganse a rezar desde ya para que haya paz y tranquilidad. Porque, si no, nos vamos para la calle y en la calle nosotros somos candanga con burundanga. Los revolucionarios estamos mejor como estamos ahora, tranquilitos, entregando pensiones para los viejitos, vivienda para el pueblo y educación pública. Y todos felices”.
En caso contrario…
El caos que predica Rajoy, si las urnas le dan la espalda, llegaría por sí mismo, irremediable, porque, eso piensa el presidente, la economía impone sus reglas y las cosas son como son o como dios manda. El caos que predica Maduro no tiene lógica, sino voluntad: ellos son así, candanga con burundanga (un grupo dado a la anarquía).
No sé qué da más miedo. Si el designio divino o la turba consonante.
