La Universidad Rey Juan Carlos fue un invento de Esperanza Aguirre para tener un alma mater de cabecera –de derechas y, sin embargo, pública. Para que la cosa funcionara de acuerdo con lo previsto la institución albergó, desde el principio, a personas con apellidos Ruiz Gallardón, Cifuentes y otros muchos.
Su anterior rector, Pedro González Trevijano fue ascendido por el Gobierno a magistrado del Tribunal Constitucional para librarle de las acusaciones de nepotismo y de otros líos de contratos que argumentaron algunos medios de comunicación.
Cuando aspiraba a su tercer mandato encontró una especie de guardaespaldas enérgico que defendió su candidatura frente a quien trataba de disputarle el cargo. Las amenazas de Fernando Suárez, el aguerrido –siquiera verbalmente– defensor contra el intruso también fueron asunto informativo.
Fernando Suárez reemplazó como rector a Pedro González Trevijano, cuando éste fue liberado del atolladero en que parecía implicado. No han hecho falta dos mandatos completos –en realidad, ni uno– para que el hombre aguerrido haya dejado huella imborrable de su paso por el rectorado.
Anunció un plan inflexible para impedir que los alumnos copiaran en sus trabajos investigaciones o artículos de otras personas. Dicho y hecho. A partir de ese momento se puso en evidencia que el propio rector era un copión de postín. Ensayos, tesis, escritos varios, firmados por el rector Suárez, resultaron ser un corta/pega indisimilado de otros profesores, de algunos alumnos e incluso de un rabino..
El Gobierno aún no ha anunciado que el todavía rector vaya a ser promocionado a un cargo de mayor reputación institucional. No obstante, a la vista de las vinculaciones de la Universidad Rey Juan Carlos, sus orígenes, su trayectoria y sus cuadros internos, a nadie deberá sorprender que el pirata sea promovido a Magistrado Antipiratería.
Lógico: él sabe de ese tema.
Además, en este caso, nada puede sorprender más que el silencio estruendoso de toda la Universidad española. Ante un escándalo que le afecta por entero, permanece muda.
