Ofensa

Los que iban a matar a Bin Laden decidieron llamarle Gerónimo. Increíble. Nada, salvo el propósito de humillar al dirigente indio y a los viejos pobladores del oeste norteamericano, los identifica. Las vidas de ambas fueron antitéticas.

El saudí fue un yihadista al que las fuerzas norteamericanas protegieron mientras combatía al poder soviético en Afganistán y del que se desentendieron cuando los invasores cambiaron de bandera; convertido en el mayor terrorista de la historia, fue declarado  adversario del imperio y ejecutado en un refugio inesperado.

El indio sufrió el asesinato múltiple e impune de su esposa y de sus hijos, se rebeló contra quienes quisieron someterlo y consiguieron hacerle desfilar bajo la bandera de las barras y las estrellas sólo cuando las fuerzas y la edad le habían rendido.

¿Por qué llamar Gerónimo a Osama, si no es para ofender al indio? Se supone que no lo hicieron para destacar que los pueblos de uno y otro fueron igualmente sojuzgados. ¿O lo decidieron para resaltar la vigencia ética del Far West?

 

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