Papa

No lo he entendido bien. ¿Por qué sólo los putos o las putas, que no está muy claro lo que ha dicho el Papa, pueden usar preservativo? ¿Será acaso porque en el reino de los cielos, como en la justicia civil que nos afecta, las penas a cumplir por un delito no pueden exceder de treinta años? ¿O quizás sea que ahora los pecados cotizan dos por uno? ¿Será tan solo porque, puestos a condenarse, lo mismo da con condón que sin él? ¿O que, se ponga como se ponga, el látex no sobrevivirá al fuego eterno? ¿O será tal vez para que los usufructuarios del preservativo se vean protegidos ante ciertas epidemias a fin de disponer de tiempo para el arrepentimiento? ¿O querrá decir acaso que los putos y las putas merecen un respeto porque ya advirtió el maestro que también ellos van al cielo, como los angelitos negros? ¿O será que al Vicario no se le ocurrió una tontería más gorda? ¿O será que la gracia de este hombre no da para más?

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