“Hay gente que sabrá escribir, y escribe, y publica en la prensa lo que escribe, pero no sabe leer en absoluto”. La frase es de Leonardo Sciacia y tiene vigencia:
Leo infoLibre: “Felipe González crea una fundación para estudiar su propia figura”.
Leo en diario.es: «Felipe González crea una fundación con su nombre y presidida por él mismo para estudiar su figura».
Luego compruebo que El Mundo, Europa Press y otros muchos medios abundan en la noticia… Los comentarios se desatan.
Me huele a periodismo del malo. Luego veo que en la Fundación está José María Maravall, al que se le atribuye en algún medio haber sido ministro de Cultura (otra pista sobre el rigor) y a quien respeto profesional y personalmente; me resulta extraño.
¿No se estará transformando un noble propósito (ofrecer el archivo personal para que sea objeto de estudio) en un ejercicio de narcisismo?
(Imagen de livelike.com)
Acudo al BOE del que se surte la noticia. Todo lo que se refiere a los contenidos de la Fundación está en el artículo cuarto de la orden de inscripción en el Registro de Fundaciones. Dice textualmente:
Fines de la Fundación. En los Estatutos que han de regir la Fundación, incorporados a la escritura pública número 604 a que se refiere el antecedente de hecho primero, figuran como fines de la Fundación los siguientes:
El estudio, la elaboración, recopilación, sistematización y puesta a disposición del archivo documental, bibliográfico, fotográfico, audiovisual y en cualquier otro soporte, de la trayectoria personal, profesional, política e institucional de don Felipe González Márquez.
Los trabajos de elaboración del archivo se enmarcan en un programa de actividades ordenadas a la investigación, la enseñanza y difusión de la historia política de España, desde la segunda mitad del siglo XX en adelante, y el impulso de actuaciones y proyectos que desarrollen los valores relacionados con la democracia y las libertades, el bienestar material y su distribución, la investigación, desarrollo e innovación y el emprendimiento en el marco de gobernanza global vinculado al nuevo orden mundial.
¿Una coma de más, la que en el párrafo segundo, el subrayado, se incluye tras la palabra “soporte”? Mala excusa, porque en ningún caso se puede interpretar que la Fundación tenga como fin “el estudio de la trayectoria personal”, porque, en ese caso, también lo serían la elaboración de la trayectoria, su recopilación, su sistematización e incluso su puesta a disposición; lo que parece o demasiado o sencillamente absurdo. Lo que se dice, con o sin coma, es que los fines consisten en “el estudio… del archivo de la trayectoria personal, profesional, política e institucional de don Felipe González”. Es decir, que la fundación pone a disposición lo recopilado y desarrollado por el propio FG.
¿Era ese el titular? Porque la finalidad no es el estudio de la personalidad sino lo que se cuenta en el párrafo tercero.
No hay problema. Leer, leemos, pero sin entender. Lo cual no nos impide escribir sobre lo que leemos.E incluso comentarlo: sin tapujos, por las buenas, a favor, eso sí, de nuestros prejuicios.
Definitivamente, el problema no es del papel, sino de las entendederas de algún periodista (o de la cadena periodística) y su profesionalidad. Lo dijo uno y lo repitieron los demás. Lo difundió la Fundación Civio a través de uno de sus proyectos, El BOE nuestro de cada día, cuyos facedores ya han encontrado acomodo en medios y programas «progresistas». Un ejemplo más de la verosimilitud del Informe Pisa: los españoles entendemos mal lo que leemos, pero, aún así, nos empeñamos en escribir y tertulianear.
Lo decía Leonardo Sciascia, aunque pensara en otros.
