La revuelta permence en la jornada de reflexión. Los jueces decidieron abortar lo uno y lo otro, porque ellos creen que su actividad entronca con la teología (la interpretación del libro) sin necesidad de diálogo con la sociedad. Al gobierno y a la policía no le quedó más remedio que desatender la estupidez. La caverna brama. Y el PP se frota las manos. Mañana le espera un gran día: mejor de lo que ya esperaba.
O eso temo. ¿Por qué va ser malo tener miedo?
