«Pasolini». Abel Ferrara, 2014
El próximo 2 de noviembre se cumplirán cuarenta años de la muerte del cineasta y escritor italiano Pier Paolo Pasolini, asesinado en circunstancias nunca esclarecidas en los alrededores de la playa romana de Ostia. En coincidencia con esa efeméride, otro director polémico, aunque por motivos muy distintos, el neoyorquino Abel Ferrara, trata de contarnos las últimas horas de vida de aquel. Y lo hace con un estilo que, en el fondo y aunque parezca lo contrario, no se distancia mucho del de algunas de sus obras anteriores, entre las que suelen destacarse Teniente corrupto (Bad Lieutenant, 1992), The Blackout (1997) o la más reciente Welcome to New York (2013).
Amparándose en una frase del propio Pasolini, según la cual «el cine narrativo ha muerto», Ferrara acumula una serie de escenas apenas conectadas entre sí y en las que recoge numerosas declaraciones suyas, en forma de cartas a Edoardo de Filippo y Alberto Moravia, de su última entrevista con Furio Colombo, periodista de La Stampa, y en otras ocasiones a base de voice over, que inevitablemente resultan demasiado farragosas, un tanto crípticas, dichas para ser leídas y no declamadas en una pantalla, donde pierden buena parte de su fuerza y su sentido al quedar descontextualizadas frente a unas imágenes en general irrelevantes.
La película incorpora también, entre otras referencias a obras o proyectos del cineasta, una especie de fábula, en la que un anciano y un joven –trasunto del padre y el hijo protagonistas de uno de los filmes fundacionales de Pasolini, Pajaritos y pajarracos (Uccellacci e uccellini, 1966)–, en vez de dedicarse a predicar a las aves del cielo, como allí, siguen a un cometa y acaban encontrando una orgía donde gays y lesbianas se aparean para reproducirse, mientras cantan a coro imprecaciones contra los órganos genitales del sexo contrario… En uno de los muchos guiños que pueblan la película, ahora el anciano es el actor Ninetto Davoli, que allí interpretaba al joven, y está acompañado por Riccardo Scamarcio, que interpreta a Davoli.
Entre los problemas de este Pasolini figura precisamente el que su director y el guionista Maurizio Braucci dan por supuesto el conocimiento previo de los datos relativos a la vida del cineasta boloñés, por lo que quien los ignora difícilmente podrá captar el sentido de la aparición de una gesticulante y caricaturesca Maria de Medeiros, interpretando, por llamarlo de alguna manera, a la actriz Laura Betti, colaboradora habitual y una de las albaceas intelectuales del verdadero Pasolini. O el hecho de que Susanna Pasolini, madre del protagonista, esté encarnada por Adriana Asti, por ejemplo.
Más provocador que sólido en sus realizaciones, más efectista que efectivo, Abel Ferrera añade a su particular visión del personaje unas escenas de la última película de este, Saló o los 120 días de Sodoma (Salò o le 120 giornate di Sodoma, 1975), una oscura secuencia de felaciones, varios de los frecuentes paseos de Pasolini por los barrios bajos de Roma en busca de jovencitos que pudieran satisfacer sus deseos sexuales a cambio de una cena o unas monedas y otras imágenes pretendidamente escandalosas. Todo eso en el breve plazo de dos días, desde que el protagonista regresa de Estocolmo, adonde había ido a presentar su libro Las cenizas de Gramsci, hasta su muerte.
Por lo que se refiere a ésta, Ferrara se atiene a la versión más convencional, consistente en que tres golfos lo apalearon al descubrirlo manteniendo en plena noche relaciones sexuales con un adolescente, reprochándole a gritos su homosexualidad, mientras el joven huía en el coche del moribundo, pasando por encima de su cuerpo.
Demasiado ruido para tan poca sustancia, demasiado esfuerzo de Willem Dafoe por parecerse a un personaje que admira, según sus propias declaraciones, en una cinta que, queriendo ser de autor, suena demasiado a cartón piedra. Una oportunidad perdida de dar a conocer y valorar la figura y la obra de quien fue probablemente uno de los más importantes creadores, pensadores y verdaderos provocadores de la segunda mitad del siglo XX.
FICHA TÉCNICA
Dirección: Abel Ferrara. Guion: Maurizio Braucci. Fotografía: Stefano Falivene, en color. Montaje: Fabio Nunziata. Música: Piezas clásicas. Intérpretes: Willem Dafoe (Pier Paolo Pasolini), Riccardo Scamarcio (Ninetto Davoli), Ninetto Davoli (Epifanio), Valerio Mastandrea (Nico Naldini), Maria de Medeiros (Laura Betti), Adriana Asti (Susanna Pasolini), Francesco Sicioliano (Furio Colombo), Andrea Bosca (Andrea Fago). Producción: Capricci Films, Urania Pictures, Tarantula, Dublin Films (Francia, Bélgica e Italia, 2014). Duración: 87 minutos.
