
Los jugadores de fútbol cometen tropelías al volante.
– ¡Que los sancionen, que los metan en la cárcel!
Su popularidad, esa por la que algunos se empeñan en reclamarles ejemplaridad, sirve para ocultar vicios peores.
Al presidente de la Federación de Automovilismo le pillan con una tasa de alcoholemia tres veces la permitida. Lo explica: “Como a todos nos gustan las copas y las señoras”.
– Este va pa ministro.
– Más, bastante más.
