El rostro del cambio quizás no sea el cambio

El PSOE cambia de faz. En su cartel aparece, desde hoy, un hombre de aspecto juvenil, atildado… ¿El signo del cambio o el cambio mismo?

Repasemos el camino:

 

1. Hechos probados

El entorno de Zapatero anima a Eduardo Madina a prepararse para concurrir a las primarias que deberán decidir el candidato del PSOE en las elecciones de 2015.

Pedro Sánchez inicia movimientos para aspirar a su nominación futura como candidato del partido.

Susana Díaz se convierte en la líder del partido en Andalucía y en esperanza de futuro para liderar al PSOE. El aparato del partido la reconoce como su verdadera líder tras las elecciones europeas.

Rubalcaba presenta la dimisión y convoca un congreso extraordinario, modificando sustancialmente el calendario anterior, que conducía a unas primarias abiertas.

El aparato oficial trata de que Susana Díaz sea la candidata a la secretaría general del PSOE en el congreso extraordinario que convoca Rubalcaba. Pedro Sánchez se pone a su disposición. Carme Chacón manifiesta que no aspira al cargo.

Madina anuncia que se presentará siempre que voten todos los militantes y no solo los compromisarios elegidos en las agrupaciones provinciales o regionales.

A la vista de que habrá alternativa, Susana Díaz, que llegó al poder en Andalucia por aclamación, se retira y Pedro Sánchez se convierte en el representante del sector oficial.

El partido se ve forzado a aceptar el voto de todos los militantes. A las dos candidaturas anteriores, se suma José Antonio Pérez Tapias, vinculado a la corriente Izquierda socialista.

Los avales recogidos ponen de manifiesto los diferentes apoyos institucionales. Sánchez se impone con claridad a Madina y Pérez Tapias cumple como tercero en liza.

Líderes que apoyan a Madina se pasan al frente amplio de Sánchez. Sólo el presidente asturiano Javier Fernández, entre los barones, mantiene su compromiso. Hasta Fernández Vara se aparta. También Zapatero o el vasco Patxi López, que, tras anunciar que participaría en el último acto de campaña de Madina, ni siquiera acude.

Todo parece decidido. Un palabras de una diputada socialista “un militante = un voto; una agrupación = 10.000 votos”. La elección parece decidida. El aparato respira.

 

2. Quién está detrás de quien

El aparato ha desconfiado de Madina: tiene ideas propias y, además, las exhibe: exige la participación de la militancia en la elección de secretario general, se compromete a mantener la convocatoria de primarias abiertas en noviembre (incluso se lo exige a Pedro Sánchez en el debate mantenido por los tres candidatos), opina con bastante mesura pero con criterio y lenguaje propios…

Pérez Tapias representa a Izquierda Socialista, lo que le proporciona un resultado tan aceptable como insuficiente. El descontento de un importante sector del PSOE en plena crisis y en pleno desconcierto ideológico del partido le aporta un respaldo muy superior al que nunca tuvo este sector, tradicionalmente el más radical de la formación.

Los barones del PSOE se han entregado por completo a Pedro Sánchez. Detrás de él aparecen los grandes bruñidores de su campaña: José Blanco, José Bono, José Luis Rodríguez Zapatero, por orden de aparición en su escena. Y sobrevolando a todos ellos, Susana Díaz. 

 

3. ¿Quién manda?

Algunas curiosidades: el jefe de gabinete de la presidenta de Andalucía es Máximo Díaz-Cano, un hombre de absoluta confianza de José Bono en su etapa de presidente de Castilla la Mancha. Y después.

El director de comunicación de campaña de Pedro Sánchez ha sido José Luis Fernández Chunda, que fue jefe de prensa de Bono y que puede serlo, en breve, del PSOE.

Felipe González y Susana Díaz son los grandes avalistas.

Y detrás, los principales controladores de los aparatos regionales e incluso los que aspiran a tener un papel relevante en el futuro. Así Carme Chacón acepta formar parte de la Ejecutiva y Miguel Barroso se incluye en el bando ganador.

¿Pedro Sánchez es, pues, un hombre de paja, que se ofrece al holocausto mientras los tiempos siguen soplando adversos? Y si los vientos cambian o amainan, ¿cederá su posición a Susana Díaz?

De hecho, la lideresa ha tutelado sus apariciones públicas más sobresalientes como su primera reunión con la Ejecutiva del partido, su participación en el congreso extraordinario del PSC o en la clausura del del PSOE de Murcia, donde las intervenciones de Susana Díaz desbordaron en intensidad y eco a las del recién elegido… Ha tutelado el Congreso extraordinario e incluso la nueva ejecutiva, en la que se reserva un puesto de control de las baronías y el aparato.

Sin embargo, con frecuencia, estos aparentes interinos consiguen afianzarse por la fuerza de su propia posición y el manejo de los entornos hasta desbancar a sus propios mentores.

Ese puede ser el caso de Pedro Sánchez. Salvo que, de antemano, tenga los pies de barro. Y que lo sepan.

Pero ese es otro capítulo.

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