
Las disputas entre Rajoy-Aznar o Aznar-Rajoy no hay que minimizarlas. Tienen mucho interés. Quienes las relegan al ámbito de lo político, como discrepancias entre líderes ansiosos de poder y de gloria o rencillas de egos y primogenituras, esconden lo importante. Por ejemplo, en su última pelea plantean quién de los dos recortó más los presupuestos públicos; es decir, quién de los dos jodió más a muchos ciudadanos. ¡Y los dos quieren el récord!
– ¿Alguien lo entiende?
– Dicen que ellos no lo ven así.
– ¿No se enteran?
– No lo ven.
– Peor aún.
