El rey, la Rey y Cristo, folletín o follón

Los tertulianos se afanan en distinguir al señor del truhán, al cazador de Botsuana del artífice de la Transición, al amante dadivoso del acaparador de regalos y prebendas registradas en el extranjero, al personaje que traicionó al déspota que lo encumbró del tipo obsesionado con sus afanes e intereses al margen de la ciudadanía que representaba, al que llegó sin gran entusiasmo ciudadano del que salió a escondidas para preservar su estilo bon vivant.

Y de repente, ¡zas!: las fotos del rey y la Rey con Cristo como mesías.

El morbo se desata. Y por detrás de él asoma el truhan que representó a España durante décadas. Unos abogan por el desprecio, otros por los matices. Parecen más los que rehúyen de cualquier condescendencia. El engaño a los ciudadanos no admite componendas.

Este folletín, que derivó en follón, tiene de todo en abundancia y grosería. Véase, en caso de duda el diccionario de la RAE. Ella lo relaciona con follar. Pero reconoce, como sinónimos, siquiera coloquialmente, estos otros términos: Desorden, enredo, complicación.  O lío, confusión, embrollo, desorden, alboroto, tumulto, jaleo, trifulcamarimorenazapatiestaberrodoburundanga.

Que cada cual le ponga su propio color.

Sin.:
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