En Pinos Puente (Granada) un hombre de 76 años ha disparado con una escopeta a su esposa, de 75. Murió, Luego se disparó a sí mismo. También muerto.
¿Un caso más de violencia de género?
Dejaron una carta: no querían ser una carga para sus hijos. Sentían la culpa de vivir.
¿Un caso más de violencia de Estado?
Vivimos en un estado de violencia general. ¿Qué, si no?
Tal vez su vida, o su muerte, se resuma en estos versos de un poema de José Manuel Caballero Bonald, Fruta prohibida:
Alrededor la noche cae
como una imprecación entre las sábanas,
mientras las perdurables arañas del insomnio
urden la culpa insigne de vivir.
