En esta entrada recojo algunos comentarios e informaciones de distintos blogs de diseño y comunicación que consulto con frecuencia como Gràffica y Brandemia que hacen un breve repaso pero muy acertado de la identidad de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de verano de Londres 2012 que ha generado cierta controversia.
El primer logotipo con el que Londres competía con el resto de las ciudades candidatas en el proceso de selección fue obra del estudio Kino Design.
Un trabajo de caracter conservador que fue sustituido por la propuesta del prestigioso estudio Wolff Olins, también autor de la identidad de los juegos de Atenas de 2004.
El proyecto por primera vez comparte diseño con la imagen de los Juegos Paralímpicos y se compone de cuatro figuras geométricas que pretenden ser los números del año del evento (2012). En las dos formas superiores la palabra «london» y el emblema de los anillos olímpicos completan la imagen que se inspira en los grafitis y en las estéticas urbanas más actuales para intentar aproximarse a los valores de la juventud. Los colores: magenta, azul, verde y naranja como tonos principales, y la fuente tipográfica seleccionada refuerzan esta intención.
Fue objeto de numerosas críticas por parte de los propios londinenses y de la opinión publica internacional, que cuestionaban tanto el elevado coste retribuido (el desarrollo de la identidad supuso un desembolso de 400.000 libras) como la capacidad de representar los valores del Olimpismo, debido, según los detractores, a sus formas abstrusas y poco inteligibles.
Se llegó a comparar el aspecto del logotipo incluso con el de la esvástica nazi, denunciando la supuesta encriptación de la palabra «Sión» en la composición, le acusaron de provocar epilepsia… incluso se creó una página web en la que se recogieron 50.000 firmas solicitando la sustitución del logotipo.
La interpretación más disparatada es, sin duda, la de que el logotipo representa en realidad la silueta de Lisa Simpson practicando una felación a su hermano Bart atreviendose alguien a hacer la versión X.
La explicación ofrecida por los creadores justifica así el trabajo realizado: «… símbolo reconocible al instante y de forma universal, estrechamente ligado a los Juegos de Londres. Es poco convencional, audaz, deliberadamente enérgico y disonante, haciendo eco de las cualidades que Londres posee como ciudad moderna y vanguardista. Al no contener referencias explícitas al deporte ni a la ciudad, el emblema representa y transciende ambos conceptos…».
Barcelona supuso, desde luego un punto de inflexión
pero el de Londres, aunque resulta un tanto duro, abrupto, muy propio de la creatividad británica se presenta como un excelente ejercicio de ruptura con todos los planteamientos de identidad de las ediciones pasadas.
Por recordar:
