
¿Será verdad que las cuestiones complejas no se resuelve de frente sino de lado? ¿Por qué, entonces, se ha denostado tanto el andar del cangrejo?
La desconfianza es la puerta de acceso a la intriga. Los desconfiados carecen de capacidad para el acuerdo y, por eso, urden o imaginan intrigas, según su posición, dentro o fuera, en la trama y el enredo. ¿Cierto?
Si la nación es un sinsentido, ¿por qué no dejar que cada uno sea de la nación que le salga de los cojones (dicho sea en unos términos que los machos alfa entienden muy bien)?
