La igualdad es un objetivo ético, también económico; responde a principios morales, también de eficiencia. Joseph E. Stiglitz se afana de manera brillante en demostrarlo, con datos, información y análisis a lo largo de un libro profusamente documentado: El precio de la desigualdad (Taurus 2012).
Al cabo de su lectura, tras innumerables subrayados y anotaciones, opto por algunas sugerencias:
– Léase. Imprescindible para entender lo que pasa.
– En cada página se encuentran motivos para reflexionar sobre la realidad en que vivimos. Para comprobar y comprender la magnitud del problema.
– Debería convertirse en el catón de quienes redactan programas electorales (si son de izquierdas o algo que se le parezca).
– Ofrece más motivos para la depresión que para la esperanza.
– Un libro imprescindible.
– El análisis parece lúcido, pero las soluciones tienen un punto de ingenuidad: como si un día los intereses y la codicia fueran a darse a la fuga.
– Se trata de un análisis del capitalismo desde la propia economía de mercado para llegar a las mismas conclusiones de quienes ya las formularon desde fuera. Esa coincidencia hace la crítica más irrefutable.
– Sin embargo, esto no acerca la solución.
– Estados Unidos y España no están tan lejos.
– El american way of live es un mito o, simplemente, un camelo. Nuestra vida, nuestra economía, nuestra sociedad están llenas de mitos y camelos.
– Ninguna de las verdades incuestionables de la política o la economía que no admiten réplicas es cierta.
– Léelo.
– Y luego pásaselo por las narices a todos esos memos que nos tratan como a imbéciles.
