
Hollande emprende una reforma laboral inspirada en la del PP. ¿Quién puede creer así a sus homólogos españoles?
Trabajadores y estudiantes franceses se echan a la calle y obligan a Hollande a repensar la fechoría. ¿Quién obligará a reflexionar a los homólogos españoles?
Lo uno y lo otro abonan una pregunta recurrente (¿aquí, quién manda?), a una conclusión consiguiente (hemos perdido) y a un dilema (o ponemos freno o volcamos).
