Paco Cerdà asume en cada libro un compromiso radical con los hechos. Esa obligación autoimpuesta se traduce en la abundancia de datos concienzuda y laboriosamente contratados y en el riesgo de la intensidad. En sus relatos no cabe la tregua. El rigor se impone, sin descuidarlo, al mero ejercicio literario. Por todo ello, a Paco Cerdá se le lee apasionadamente. En sus escritos se descubre el compromiso radical del periodista y del ciudadano ante las realidades que le interesan y le afectan porque afectan e interesan a la sociedad.
La narrativa de Paco Cerdà está repleta de hechos y personajes verificables, rotundos; de momentos y circunstancias que perviven en el tiempo, de protagonistas anónimos, gente de la calle, muertos sin panteón, víctimas casuales de la estupidez y la barbarie. También de gente ilustre digna del repudio o la admiración por razones íntimas, ajenas a la pompa o el vituperio.
Estas reflexiones perduran tras la lectura de 14 de abril (Libros del Asteroide, 2022), el anterior relato de Paco Cerdà, cuando ya está llegando a las librerías Presentes, su último trabajo. La mirada del escritor valenciano sobre la proclamación de la II República española parece, de puro realismo, una provocación. Y lo es, pero sin ningún dato fundamental surgido de la imaginación. La realidad, la pura realidad, no requiere excesos, porque en muchos momentos decisivos le sobra contundencia. La narrativa de Paco Cerdà radica y redunda en esa misma contundencia. Sin tregua.