El primero fue el sexto

En unas horas ya solo seremos cinco hermanos. Impresiona. En ese breve tiempo seis de tus hijos ya habrán muerto. ¿Por qué te cuento esto?

Era el más parecido a ti. Su rostro y su temperamento te correspondían. Además era, así se decía entonces, el primogénito y durante mucho tiempo él consideró que ese era su compromiso con el resto de los hermanos. Tuvisteis durante algunos años una relación difícil. Os parecíais demasiado, decía la madre. Radicales, a veces extremos; un día desafiaba tus criterios y, al siguiente, asumía ante el resto de los hermanos otros muy similares a los que te había negado. Porque sí, sin debate, por supuesto.

Y va a morir como tú. Sin atreverse a decir que lo deseaba.

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