
Leyendo Un viaje a la India, de Gonçalo M. Tavares, encuentro algunas descripciones maravillosas. Me fijo en esta:
“Podrás acusar a los dioses de poseer
una técnica de gobierno muy particular,
que, en el fondo, se podría resumir diciendo:
deja que todo suceda hasta el final.
En efecto, Bloom, no podrás
atribuir demasiada complejidad a esa manera altiva
de cerrar los ojos, bajar los brazos
y descansar las piernas. Son los dioses, Bloom,
no es asunto tuyo”.
Me ha recordado a alguien.
