
La decisión es firme y la polémica imparable. El catalán, el euskera y el gallego son idiomas oficiales y sus señorías del Congreso (las del Senado ya disfrutaban de ese derecho) ya pueden expresarse en la lengua en la que se sientan mejores representantes. Como la decisión ha sido arrancada por los grupos nacionalistas a cambio de la elección de la Mesa que preside la Cámara Baja, la implementación de la medida ha suscitado más bronca que alborozo.
Es el sino de esta época en la que el Parlamento, en lugar de ser un espacio para comprender y decidir a través de la palabra, se ha convertido en un lugar donde enfrentarse y ofenderse. El problema no radica en decidir en qué idioma sus señorías se insultan mejor, sino en cuál es el objetivo de las palabras que se expresan: comprender o herir, debatir u ofender.
Si no encuentran una respuesta real razonable, mejor que los diputados y senadores hablen en rotokas·. Estimularán la imaginación de los ciudadanos y su sosiego.
– Aplíquense, señorías. ¡Ustedes pueden!
- El Rotokas es, según medios especializados, el idioma más raro del mundo. Pertenece a la familia lingüística bougainville septentrional y posee tres dialectos derivados: el rotokas central, el rotokas aita y el pipipaia. Esta lengua es hablada por 4.300 personas aproximadamente y tiene 12 letras y 11 fonemas (A, E, I, O, U, G, K, P, R, S, T, V).
