Nuevo gobierno: mucho más que perder o ganar

No nos engañemos. PP y Vox quieren que el PSOE encabece el próximo Gobierno de España en compañía de todas las izquierdas y todos los nacionalismos con plaza en el Congreso. Por eso, Aznar, Isabel Díaz Ayuso, Núñez Feijóo y adláteres animan, de tapadillo, a Junts y a Esquerra a apoyar la investidura de Pedro Sánchez en beneficio propio. Porque o entran en ese juego o, más pronto que tarde, los secesionistas se las tendrán que ver con un Gobierno a carta cabal de la derecha española, que les abocaría, por ejemplo, a un 155 sempiterno.

Sin embargo, alguno de los directamente afectados no se da por aludido, o no se entera, y trata de forzar una negociación que beneficia a sus máximos rivales en un plazo más corto que lejano. ¿Son conscientes los indepes de lo que arriesgan con un Gobierno del PP y Vox? ¿Prefieren acaso que cuanto peor mejor? ¿Les parece más rentable el caos que un compromiso de convivencia?

¿O no es eso lo que se dilucida detrás de lo que en estos momentos se ve a simple vista o se quiere ver?

A estas horas se da por supuesto que el futuro Gobierno está en manos de la izquierda variopinta y los nacionalismos de izquierdas y derechas. Sin embargo, nadie puede asegurar la viabilidad de esa fórmula más allá del corto plazo. Al contrario, son muchos los que pueden entender que ese camino se puede convertir en pan para hoy y hambre para mañana, porque esa vía esconde contradicciones a flor de piel y un troyano en el interior del ingenio.

Si asume, en aras del corto plazo, el órdago del nacionalismo excluyente, Sánchez se puede encontrar más pronto que tarde al otro lado del poder dentro de un estado fracturado e inerme ante la irracionalidad de los extremos. Ese es el riesgo que en estos momentos parece aventarse.

Algunas exigencias nacionalistas pueden abocar al PSOE a la ruina en un plazo más corto que largo. El éxito de una victoria electoral a dos meses vista resultaría tan inmediato como efímero, porque el gobierno multicolor se encontraría semana tras semana en la inestabilidad del alero de dos fuerzas contradictorias.

En ese marco el regreso de la derecha al Gobierno de España dejaría de ser una lucubración y colocaría a los nacionalistas postineros, antes de ponerse a hablar (en castellano, por supuesto), frente a un nuevo 155, por lo menos. O sea, si Junts no se aviene a un acuerdo con el PSOE y sus otros posibles socios, en términos muy inferiores a las expectativas alimentadas en el escondite de Waterloo, el actual presidente se verá asediado por tierra, mar y aire en aras de la España una y grande; y más pronto que tarde, derrocado.

Ese es el contexto. Si Puigdemont (o Junts, su trampantojo) permanece empeñado en forzar una situación desquiciada, confiando en que la izquierda española no nacionalista acepte gobernar dentro de su propia ratonera la fórmula “de perdidos, al río” puede acabar con sus muñidores ahogados.

¿Existe alguna fórmula para conseguir que escampe o no hay más remedio que arriesgarse al diluvio? ¿Es decir, renunciar a una convivencia respirable?

¿Se entiende ahora por qué, pese a decir lo contrario, el PP-Vox están empeñados en que los nacionalismos periféricos arrinconen a la alternativa de Pedro Sánchez?

Este es el juego político. ¿Coincide con lo que importa a los ciudadanos? ¿Acabaremos todos renegando de un sistema que podría ser bastante más razonable?

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Quien esté interesado en las Variaciones sobre el mismo tema desarrolladas a lo largo de las últimas semanas en este Lagar aquí puede encontrarlas. No solo podrá elegir, sino también advertir de los diferentes matices, e inclusode algunas contradicciones, entre las diferentes y sucesivas opiniones. Por orden inversión de publicación: de la más reciente a la más lejana.

La España que propicia Vox,

Vencer por convicción, no por conveniencia,

El truco es el trato,

Investidura de sapos o culebras,

Incertidumbre y contradicción: actitudes razonables,

Nuevo gobierno: mucho más que perder o ganar,

¿El laberinto español… tiene salida?,

En la encrucijada no valen apaños,

El idioma que entiende y confunde,

Solo importa ganar,

Un paso adelante sin perder la vista atrás,

¿O todo o nada?,

La derecha española dónde está.

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