Una era de reacción y derrota

En el tránsito del siglo XX al XXI hubo un modelo teórico o, mejor, una línea de pensamiento que mayoritariamente se dio por periclitada u obsoleta. Felipe González se la arrancó al partido que hasta entonces representaba de manera mayoritaria a la clase trabajadora (obrera), aunque fueron las barbaridades de lo que dio en llamarse socialismo real lo que socavó definitivamente su anterior prestigio.

Sin embargo, por fas o nefas, la realidad se ha empeñado en dar la razón a Marx y a sus seguidores en momentos fundamentales: por ejemplo, para entender e interpretar el tiempo que vivimos. Crisis del capitalismo. Así, tal cual, se la denominó en sus orígenes, antes de que diera tiempo a inventar eufemismos que camuflaran la realidad.

Pues bien, cuanto más se analiza este momento histórico, mejor se aprecia que no es fruto de la casualidad sino efecto del propio sistema, y que en aquellos manuales en desuso constaba nítidamente la previsión.

No cabe discusión acerca del fracaso de los modelos políticos que proclamaban su obediencia a la ortodoxia marxista. Un fracaso o un fiasco descomunales. Sin embargo, quedan experiencias y pensadores de aquella corriente a los que el paso del tiempo ha rejuvenecido. Aún más, la crítica del sistema dominante nunca ha encontrado criterios más lúcidos que los provenientes de aquella filosofía.

No obstante, hay aspectos de ese modelo de pensamiento que han requerido profundas revisiones porque, pese a la herencia y el parecido genético de la sociedad actual respecto de la de mediados del XIX, su transformación obliga a adaptar los criterios de análisis y crítica a la realidad de este tiempo.

Entre esos asuntos hay uno que, por afectar a la médula misma de la reflexión y la propuesta marxista, se antojaba fundamental: ¿qué o quienes son hoy la clase obrera, el proletariado, el sector con mayor capacidad dinámica y transformadora?

Owen Jones, un joven (36 años) con carné del Labour, hijo de sindicalistas, ha reflexionado sobre todo esto en un libro: Cavs: la demonización de la clase obrera. Por el momento me atengo a lo que dicen sus panegiristas: habrá que estar atento. Antes de pasar de los comentarios y las entrevistas al texto, algunas reflexiones suyas ya suscitan interés. Por ejemplo:

“Vivimos en una era de reacción y derrota”.

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