Letra y música para la indignación

Imaginemos a los representantes de los ciudadanos, a los denostados políticos que se sientan en el parlamento, como ciudadanos acosados por la sociedad en que vivimos. El vídeo con el que Amaral presenta su nuevo disco, Ratonerahace ese ejercicio. Frente a cada caricatura, un dato o un rótulo estremecedor, del que se libran los criticados. La realidad les coloca en otro ámbito y la caricatura se desvanece; en eso radica el sarcasmo, la deformación era falsa.

Aunque el planteamiento global que subyace rezume populismo –más allá incluso de la contradicción del marketing comercial de la indignación–, el juego resulta provocador: molesta, hiere, ofende y, todo ello, en  este momento, parece necesario, inevitable e incluso imprescindible.

Mejor verlo con las explicaciones del propio grupo. Por si acaso, aquí están algunas de las caricaturas…

… y la conclusión final:

 

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